Cede: 17 de Junio, 2010. Nebraska, E.U.A.
El Héroe Perdido (11)
Caían en picada en la oscuridad montados aún en el lomo del dragón, pero Festo tenía la piel fría y sus ojos de color rubí brillaban débilmente.
-¡Otra vez no! - gritó Leo-. ¡No puedes caerte otra vez!
Apenas podían agarrarse. El viento le picaba en los ojos a Alicia, pero distinguió a Leo abriendo el tablero del pescuezo del dragón. Pulsó los interruptores. Tiró de los cables. Las alas del dragón se agitaron una vez, pero el aire olía a bronce quemado. Festo no tenía fuerzas para seguir volando, y Leo parecía tener problemas para llegar al tablero de control situado en la cabeza del dragón en pleno aire. Vio las luces de una ciudad debajo de ellos: meros destellos en la oscuridad mientras caían trazando círculos.
Alicia sostenía a Piper por la cintura y podía sentir el brazo de Jason en la suya. El rubio se aferraba a la coraza del dragón con la mano libre.
-¡Jason! - gritó Leo - ¡Agárralas a ellas y márchense volando!
- ¡¿Qué?!
- ¡Tenemos que aligerar la carga! ¡Podría reiniciar a Festo, pero lleva demasiado peso!
-¿Y tú? - gritó Piper -. ¡Si no puedes reiniciarlo...!
- No me pasará nada - gritó Leo -. Ustedes síganme hasta el suelo ¡Vamos!
Jason no lo pensó más y decidió confiar en Leo.
- ¡Piper - llamó encima de todo el caos -. ¡Sube en mi espalda!
Se desabrocharon los cinturones de seguridad y la hija de Apolo logró ayudar a Piper a brincarla para que pudiese aferrarse al rubio. Todo sucedía en cuestión de segundos y mientras desaceleraban, Alicia bendijo silenciosamente a Leo con una plegaria antigua.
Cuando Jason se aseguró a Piper en la espalda, tomó a Alicia en brazos y la cargó pasando los brazos por debajo de sus rodillas y omoplatos.
A mí, estimados lectores, me resultó graciosa la manera en que ambas chicas se aferraban al semidiós con los ojos cerrados y un miedo creciente de vértigo en el pecho, pero a ellas no.
Piper parecía un koala muy asustado y Alicia había envuelto los brazos en el cuello del chico como si dependiera de su vida.
Esperen, sí dependía de su vida.
Jason estaba haciendo un esfuerzo increíble por cargar con el peso de ellas y el de él mismo, pero logró seguir al dragón hasta una mansión con amplios jardines donde Leo caía con él, usando el lugar como pista de aterrizaje.
Todo parecía marchar bien...
Entonces, todo salió mal.
Conforme se acercaban al césped, unos focos situados a lo largo de la cerca de la mansión los enfocaron y cegaron a Leo. Oyeron unas explosiones que parecían disparos, un sonido de metal siendo cortado en pedazos... y BUM.
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El canto del Sol | Jason Grace
FanfictionDespués de la Batalla de Manhattan, la mayoría tuvo finales felices. Pero otros no. Alicia Cotzomi es parte de esa minoría, pues su voz fue arrebatada. Las circunstancias no son capaces de ayudar a la semidiosa en la ardua tarea de recuperar el ha...