Cede: 26 de Junio, 2010. Long Island, Nueva York, E.U.A.
INTER de El Hijo de Neptuno (4)
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Alicia planeaba esperar hasta la cena para traerle comida a Jason. De momento, lo dejaría dormir.
Empezó a organizar los fármacos en una vitrina cuando escuchó que alguien abrió la puerta. Ella se giró con tranquilidad. Una tranquilidad que se vio perturbada con la visita.
- Hola, Cotzomi.
Incluso su saludo resultaba tedioso. Quería preguntarle a Drew que demonios hacía ahí, pero no iba a iniciar una discusión que ella terminaría perdiendo. Fue así que la hija de Afrodita entró resuelta a la estancia con un ramo de rosas en sus manos.
Rosas rojas, queridos lectores, ROSAS ROJAS.
- Escuché que Jason estaba aquí, así que pensé en verlo para darle una imagen que lo motivase a vivir - dijo con un rostro inocente mientras se acercaba a la camilla meneando sus pestañas.
Alicia quiso aventarle la botella de bonadoxina que traía en la mano pero se controló. A fuerzas, escribió una nota y se la extendió a Drew. La chica de cabello negro y lustroso la barrió antes de arrebatarle la hoja y leerla con un gesto de desagrado.
- No puedes tener rosas aquí; soy alérgica. Además, Jason está dormido, déjalo descansar.
- ¿Eres alérgica? ¡No tenía idea! - lo dijo con un tono más falso que un billete de trescientos pesos mexicanos -. Igual, no son para ti, son para él.
Arrimó la silla de visitas a un lado de su camilla, dejó el ramo en el buró, y se sentó con las piernas cruzadas. Pero ni siquiera miró al rubio, solo sonrió con falsedad hacia Alicia. Jason no le importaba más que por las apariencias, y Alicia estaba muy consciente de que solo estaba ahí para joderla.
- Escuché que el barco está por ser terminado... y sospecho que tu partirás con los semidioses de la Segunda Gran Profecía, ¿no es así?
La hija de Apolo suspiró y cruzó los brazos con altanería. Drew bajó su sonrisa, pero tenía la misma mirada venenosa.
- Oh, Alicia, no te envidio. No te preocupes... ¿Pasar días en batallas con solo un chico lindo a mi alrededor? ¡Me aburriría! ... - Alicia tuvo ganas de golpearla por hablar de Jason de esa manera -. No, solo pregunto porque estoy... preocupada...
Ante los ojos abiertos de la castaña, Drew soltó una carcajada.
- ¡Jamás me preocuparía por ti, querida! ¡No te emociones! - se recostó en el respaldo de la silla -. No, no... me preocupan los demás. Me preocupa que esta misión sea demasiado para ti. Y antes de que explotes, piénsalo conmigo...
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El canto del Sol | Jason Grace
FanfictionDespués de la Batalla de Manhattan, la mayoría tuvo finales felices. Pero otros no. Alicia Cotzomi es parte de esa minoría, pues su voz fue arrebatada. Las circunstancias no son capaces de ayudar a la semidiosa en la ardua tarea de recuperar el ha...