Paternidad

꒰🍼꒱Capítulo 1・₊˚

Fang se levantó muy animado en mañana, el día de hoy iba a ir a buscar una casa, pues el actual lugar donde vivía era un departamento.

Sus padres le habían recomendado comprar una casa si es que quería iniciar una familia, asi que había estado ahorrando un tiempo para así poder comprársela y vaya que ya tenia lo suficiente.

Se bañó, peinó, cambió y desayuno para ir directo al banco para retirar sus ahorros, hoy por fin cambiaría su vida por completo pues no solo pasaría al banco.

Llego al banco en la camioneta que sus padres le habían regalado por su cumpleaños número 23, no era tan grande pero le gustaba la idea de tener una camioneta para llevar a toda su familia.

Al llegar al banco con gusto le explicaron que la cantidad que quería retirar era demasiada y que por eso mismo tenia la opción de comprar una tarjeta exclusiva o dividirlo en diferentes tarjetas por lo que optó por comprar la exclusiva.

Salió del banco extremadamente feliz, ahora iría a una de las residencias que había estado investigando, el quería que su familia viviera en un lugar seguro y bonito por lo que una residencia era lo mejor, a pesar de ser un poco más caro.

Al llegar lo recibió uno de los vendedores pues había hecho una cita previa para comprar ahí, ya que así debía de ser para poder entrar, aparte de ser un residente claro está.

- Bienvenido señor Fang, antes de iniciar me gustaría preguntarle, ¿Qué tipo de casa le gustaría? Esto con la intención de tener más o menos una idea y poder guiarlo.

- Oh, pues en realidad me gustaría una casa bonita y rústica, acogedora, que no sea tan moderna, si es que se puede.

- Tiene suerte señor Fang, porque, hay una casa que cumple con sus perspectivas.

El vendedor lo guió a una parte un tanto alejada de las otras casa llegando a una, la cual tenía un techo de madera decorado con algunas tiras de hojas encima.

Las paredes eran color crema, las ventanas tenían decoraciones de madera y unos ladrillos color blanco que servían de base para poner unas lindas macetas de decoración.

La puerta estaba hecha de roble y tenía un búho que decoraba parte de ella, además de un lindo buzón, igual, hecho de madera.

Un pequeño jardín adornaba su alrededor, además de unas cercas que lo cubrían, era bastante espacioso a decir verdad y lindo por agregar.

De primeras ya había cautivado a Fang, pero ahora faltaba ver el interior que era igual de precioso.
El piso era de tablones de madera, las paredes pintadas con un color crema precioso, y, los muebles que estaban ahí para decorar ni se diga, le daban un ambiente espectacular.

— A pesar de ser un pequeña es muy acogedora, esta casa a estado disponible desde hace mucho tiempo, pues los jóvenes de ahora prefieren el minimalismo.

— Ya veo, pero, ya no lo estará más, ¡Pues yo la compraré!.- En su rostro se mostraba la felicidad, pues una sonrisa se pintó.

— Entonces acompañeme para hacer el papeleo y que la casa sea suya.

Por fin había comprado su casa soñada y lo mejor era que ya la tenía amueblada pues le dijeron que si deseaba los muebles podían ser suyos a cambio de un costo extra y así se ahorraba la molestia de amueblar.

Ya que le había sobrado tiempo, fue a dejar sus antiguos muebles a casa de sus padres no sin antes contarles como era la casa que había comprado y que pronto los llevaría a conocerla.

Rendido, se tumbó en la cama y revisó su teléfono encontrándose con la notificación que había sido aceptado en su trabajo, ahora solo faltaba un paso y ese seria conseguir a la luz de su vida.

﹆

Al día siguiente se levantó de buen humor, pues sabía que iba a adoptar un niño, su último paso para formar su familia, ya vería después si podría conseguir una pareja, pero lo primordial sería un niño.

Prendió el GPS hacia un orfanato que había visto el día de ayer, sería pesado el papeleo de seguro y podría ser que se tardará meses o incluso años en conseguirlo, pero esperaba que todo saliera rápido.

Al llegar este se veía en mal estado, una pocilga casi casi. Hizo una mueca de disgusto y decidió entrar puesto que ya estaba ahí y no se iba a rendir, tal vez dentro serian buenos con el.

Y no fue así, una anciana lo atendió de muy mala gana, lo miró de arriba abajo juzgandolo y le habló con 0 amabilidad.

— ¿Qué tipo de niño busca?.- Soltó de la nada al ver a Fang parado en la entrada.

— Eeh, un bebé.- "Ni un hola, que grosera" Pensó haciendo involuntariamente una mueca de disgusto.

— Sígueme.- Rodó los ojos y comenzaron a caminar por los estrechos pasillos que daban hacia las habitaciones de los niños, todo el lugar estaba en condiciones lamentables y los niños no se veían muy cómodos.

Llegaron hasta una habitación vacía, solo había una cuna vieja y empolvada, en la cual yacía un bebé.

— Hace unos días nos llegó este bebé, lo dejaron en la puerta por lo que no sabemos quien es su madre, si está dispuesto lleveselo, no soportamos a más niños aquí y un bebé llorando es de lo peor.

Se acercó a la cuna y pudo observar como el pequeño bebé dormía plácidamente, con apenas unos pelitos en la cabeza se veía ese color plata, su piel pálida y brillante, sus mejillas coloreadas con un rojo carmín, simplemente precioso.

— Me lo llevo.- Dijo para después cargarlo evitando que se despertara, apenas lo cubría su pequeña sabanita.

— Esta bien, ya váyase.

— ¿No abrá papeleo ni nada?

— No.- Y casi que a patadas sacó a Fang del lugar dejándolo molesto e irritado, ¿Cómo era posible ese tipo de trato a las personas y a los niños? 0/10 les metería una demanda si o si.

Así fue como Fang se fue del lugar indignado, pero con un pequeño que se convertiría en lo más preciado de su vida.

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De una vez les aviso que van a tener cambios los capítulos en base a la narración pues no me acuerdo muy bien, además, les agregué una nueva decoración al nombre de los capítulos.
De ante mano pido perdón por lo sucedido de nuevo ;(
Arist! <3