꒰🍼꒱Capítulo 6・₊˚

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Ya había pasado otra semana más, y Edgar ya se estaba acostumbrando a la rutina, de hecho le encantaba su trabajo, no era tan pesado si lo hacía bien.

Ese día era sábado, Fang le había comentado que tenia que trabajar y que si de favor podría atender a sus amigos que llegarían en la tarde, mientras el regresaba.

Edgar realmente no quería, pues nunca fue alguien social, sin embargo, terminó aceptando por el pequeño bebé, si su papá se iba, ¿Quién lo cuidaría?

Se encontraba en la sala, ya iban a dar las 3pm y los amigos de Fang no llegaban, cosa que lo ponía muy ansioso, pues estaba más atento a la puerta que al mismo Gus y eso no era bueno

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Se encontraba en la sala, ya iban a dar las 3pm y los amigos de Fang no llegaban, cosa que lo ponía muy ansioso, pues estaba más atento a la puerta que al mismo Gus y eso no era bueno.

Pasaron aproximadamente 20 minutos, y Edgar creyó que ya no iban a venir por lo que decidió concentrarse en lo que estaba proyectando en la televisión mientras tenía al pequeño en brazos.

— Como es posible que me entretengan unas frutas bailando...

Hasta que un golpeteo en la puerta lo saco de lo que estaba viendo, eran los amigos de Fang, llegaban algo tarde a decir verdad.

Edgar, algo nervioso se levantó del sillón, sin embargo, decidió poner una faceta sería ante ellos, realmente no tenía porque tratarlos como si fueran sus amigos.

Fue hacia la puerta junto con Gus en brazos, abrió la puerta, y para su sorpresa pudo ver a dos personas ahí paradas.

Un chico de pelo naranja y lentes, junto con una chica de pelo blanco y morena, los dos tenían una enorme sonrisa.

— Oh, ¡Hola! Tu debes de ser el niñero del que hablaba Fang.

— Así es, soy yo, me dijo que vendrían sus amigos y que los recibiera. Así que pueden entrar.- Se hizo a un lado y los dos pasaron como Juan por su casa, admirando todo, viendo los cuartos, y tocando las cosas.

Hasta que su atención volvió de nuevo hacia Edgar, pues un sonidito de parte de Gus hizo que terminaran viendo al bultito entre los brazos de Edgar.

El mencionado lo había destapado un poco para que pudiera ver a los invitados. De inmediato Maisie y Buster se acercaron para poder verlo.

— Oww, Fang tenía razón, es realmente una preciosidad.- Y sin esperar nada más le quitaron al bebé de los brazos para poder admirarlo mejor y estar con él.

Sin embargo, el bebé al no conocerlos comenzó a llorar y a intentar safarse del agarre de Maisie, pues quería volver con su "mami".

— ¿Qué tienes? ¿No te agrada la tía Maisie?.- Edgar al ver esto rodó los ojos y fue hacia ella quitándole al bebé de los brazos.

— No conoce a ninguno de ustedes, es obvio que va a llorar.- Dijo un poco molesto para después irse a la cocina, ya que le tocaba alimentar a Gus.

— Que grosero...

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