꒰🍼꒱Capítulo 32・₊˚

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Fang y Edgar sabían que pronto sería noche buena y luego navidad, así que decidieron ir planeando que cocinar, los regalos para el pequeño, los adornos, etc. Por ello decidieron salir a buscarlo, ya luego verían a quienes podrían invitar para la cena.

Decidieron ir a un centro comercial, por lo que Fang le dijo a Edgar que iría a ver los juguetes con el bebé, por mientras el emo iría a ver los adornos a algunas tiendas, luego de ello pasarían a comprar las cosas para cocinar.

-Toma, aquí tienes una de mis tarjetas, bueno, de hecho es la que siempre usas, así que ya sabes el código.- Decía Fang tomando su cartera y dándole la tarjeta.

-No, Fang, toma, yo ya tengo mi tarjeta, y tengo dinero, además, ¿Con qué vas a pagar si a Gus le gusta algo?- Decía Edgar dándole la tarjeta otra vez.

-Tómala, yo tengo otra tarjeta, además esa es la que tiene más dinero, aprovecha que me acaban de pagar.- Le guiñó el ojo y le beso la frente.

-Mmh... Esta bien.- Suspiró y se fue, dejándole el bebé en brazos.

-Bueno pequeño, somos nosotros dos ahora, vamos a elegirte tus regalos, ¿Si?- Sonrió haciendo reír al pequeño.

Se metieron a una tienda de juguetes y se fueron directamente al apartado de bebés, ahí, Fang dejó que su pequeño tocara los juguetes y los viera a ver cual le gustaba más.
Mientras su bebé veía los juguetes, pudo observar como una señora se paraba a ver los juguetes con una niña chiquita, no le tomó mucha importancia, hasta que esta se le acercó.

-Ooh, que lindo es su bebé.- Decía la desconocida mirando al pequeño que estaba en brazos de su papá.

-Je, gracias, si, es muy bonito.- Sonrió por el cumplido hacia su bebé, aunque en el fondo se sentía algo incómodo.

-Me extraña que no se parezca a usted, ¿Y la mamá del pequeño?- Fang no supo que responder por lo que solo hizo una mueca, dando a entender que le estaba incomodado la situación.

-Ah, perdón si dije algo malo.- Fang negó sin saber que más decir, por lo que la señora se despidió y se fue con la niña.

Luego de unos momentos su pequeño se había entretenido con un juguete de mariposa, fue entonces como lo tomó, y decidió elegirle unos cuantos más, para llenar su árbol de navidad.
Decidió entonces pagar y salir, después iría a comprarle ropita, pero eso sería con Edgar, pues al pelinegro le gustaba mucho vestir al pequeño.

Lo vio salir de la tienda de adornos con dos bolsas grandes, mientras que Fang iba con cinco, así que decidió acercarse para darle al pequeño y que el fuera cargando las bolsas hasta llegar al estacionamiento.

-¿Qué compraste?- Le preguntó Edgar a Fang.

-Un juguete que quería Gus y otros cuantos que le elegí yo, ¿Y tú?- Le decía mientras guardaba las cosas en la parte trasera del coche.

-Compre algunas esferas, botas de navidad para colgar, y cosas para adornar afuera la casa, ah, y también luces.- Fang al escuchar todo pensó por un momento que se quedarían pobres, pero decidió dejar eso de lado y decirle a su pareja que fueran a la tienda de ropa para bebés.

Edgar acepto emocionado, ya quería probarle la ropa a su bebé.
Entraron en la tienda, y para la sorpresa de Fang, la señora de antes se encontraba ahí, y al verlos se sorprendió.

Fang con tal de evitarla tomó a Edgar del brazo y fingió ver algo para el pequeño en un pasillo, sin embargo, la señora los siguió.

-Otra vez nos encontramos, ¿No?- Decía la señora, juzgando con la mirada a Edgar por su apariencia.

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