꒰🍼꒱Capítulo 34・₊˚

901 70 23
                                        

Los rayos del sol llegaron a la cara de Edgar, ya había amanecido y se había despertado de puro milagro gracias a que el pequeño Gus comenzó a llorar. Aún cansado se levantó para ir a la cuna del bebé, donde el pequeño se removía.

—Oh... Mierda.— Se dio cuenta que no tenía ropa, así que rápidamente fue a su armario y sacó sus prendas. Luego de haberse vestido regreso con su pequeño para después cargarlo y calmarlo.

—Shh, Shh, ya mi amor, ya te vamos a dar de comer, ¿Si?— Edgar fue a la cocina, para después comenzar a preparar la comida de Gus, aunque con algo de dificultad, ya que le dolía el cuerpo por la noche anterior.

Comenzó a darle de comer, y luego salió para ir a la sala, donde vio todos los regalos, aunque pudo ver 3 bolsas que no estaban ahí cuando se fueron a acostar. Extrañado, se acercó y pudo ver que tenían una etiqueta que decía "Para el mejor esposo".

Edgar se sonrojó un poco al verlos, y mientras se decidía entre abrir los regalos o esperar a Fang, su bebé comenzó a hacer sonidos, como si de alguna manera lo alentara a abrirlos, así que suspiro y tomó una bolsa.

La abrió y pudo ver que eran 3 camisas, dos de su banda favorita y otra de edición especial de Draco. Al verlas casi grita de la emoción, pero se contuvo ya que aun tenía un bebé en brazos.
Agarro la segunda bolsa y la abrió, viendo que era un esmalte de uñas nuevo, parecía de muy buena calidad, había también sombras de ojos y un delineador.

—Creo que es más que obvio que mi maquillaje ya casi se acaba.— Suspiró avergonzado, así que tomó la última bolsa para ver que era.

Esta bolsa era algo pequeña, así que extrañado la abrió, y era una pequeña cajita junto con un sobre. La miró curioso, así que abrió la cajita, y pudo ver que era un anillo en forma de calavera, el cual tenía dos esmeraldas que simulaban los ojos de la calavera, la cual estaba hecha de diamante.

—¿¡Qué!? C-cuanto le abra costado todo esto.— Miro preocupado el anillo, pero luego dio un suspiro y abrió el sobre, dándose cuenta que eran tres boletos de avión en primera clase hacia Europa.

Ahí casi que se le va el alma, Fang había gastado muchísimo en sus regalos, así que lo primero que haría al verlo sería regañarlo, pensaba que Fang se había vuelto totalmente loco.

—Mmh... Veo que ya viste los regalos, ¿Qué tal?— Edgar volteó a verlo con una mirada asesina.

—¿¡Cuánto se supone que gastaste en todo esto!? ¡Nos quedaremos si comer por esto!— Dijo Edgar enojado, dejando al bebé algo abrumado.

—Wow wow, tranquilo, no pensé que esa seria tu primera reacción. Pero no te preocupes, el jefe me dio un aumento y también me ascendieron, así que tenemos más dinero, quise darte esa sorpresa para año nuevo, así que disfruta y no te quejes.— Se acercó con una sonrisa y besó su mejilla.

—¡Idiota!— Dijo sonrojado.

—Ya, ya, mejor veamos los otros regalos.— Terminaron de abrir los regalos, y la mayoría eran juguetes para su niño, quien se entretenía agarrandolos y sacudiendolos.

— Terminaron de abrir los regalos, y la mayoría eran juguetes para su niño, quien se entretenía agarrandolos y sacudiendolos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PaternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora