Fang es un chico de 25 años que añoraba conseguir una familia, eso de ser padre le interesaba como nunca, y al fin lo logró. Más fue su sorpresa al encontrarse con un chico que cambiará aún más su vida.
—Vamos Fang, toma un poco, no seas aburrido.— Le decía Colt a Fang quien había estado toda la fiesta en una esquina incómodo.
Esto empezó así, debido a que la empresa ya cumplía 10 años de haber sido abierta, los empleados decidieron organizar una pequeña fiesta, en la que llevaron alcohol, botanas, refrescos, comida, etc.
Fang le avisó a Edgar que llegaría un poco tarde pues tenia una fiesta con la empresa, realmente no quería ir pero sus amigos le insistieron en que se quedara por lo menos un rato, y así se despejara un poco de tanto trabajo.
Sin embargo, había estado en una esquina 20 minutos sin convivir, pues todos habían estado tomando, ya que fue lo primero que hicieron, pero a Fang no le gustaba mucho el alcohol, por lo que también era inexperto en eso.
Y llegamos al momento donde estaba Colt ofreciéndole un trago a Fang, el cual le decía que no con las manos, pero el pelirrojo insistía.
—Mmm... Es que no me gusta el alcohol Colt, yo no...— Pero Colt no le hizo caso y le tomó de las mejillas para obligarlo a beber aquel líquido.
De mala gana Fang se lo tomó todo de un golpe, solamente por la insistencia, muy tarde para que Colt lo detuviera. Hizo una mueca de desagrado por el sabor amargo y fuerte, además le ardía un poco la garganta.
—¿Qué es esto? No me gusta.— Colt lo miró mal, era de traguitos en traguitos.
—Es Vodka, pero para principiantes como tu, no se debe de tomar así, ven, te daré un trago dulce y bueno, así tal vez te acostumbres.— Colt lo tomó de la mano y lo llevó con los demás, ahí comenzó a preparar diversas bebidas.
En efecto, las bebidas que preparaba Colt sabían dulces, y el alcohol ya no se percibía tanto, ahí si que le agradó a Fang, solo que... No midió cuanto tomó, y sus amigos tampoco.
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—Fang esta muy borracho, cuanto le diste de beber.— Le decía Shelly enojada a Colt, mientras lo sostenía de una oreja y el se quejaba de dolor.
—Ouch, ouch, es que no me di cuenta de cuanto le estaba sirviendo ni cuantos vasos se tomó.— Fang estaba en un sillón riéndose solo.
—Vamos a tener que llevarlo a su casa, yo voy a manejar, tu todavía hueles a alcohol.— Como pudieron agarraron a Fang, mientras el iba tambaleándose, también iba balbuceando cosas y riéndose, sin tomar en cuenta que todo el camino fue tocando el cabello de colt como si fuera un algodón de azúcar.
Ya era algo tarde, iba a dar la 1am, y al fin llegaron a la casa de Fang. Tocaron la puerta, y Edgar se despertó de golpe, pensando que ya había llegado su esposo, se levantó y fue a abrir, aunque se sorprendió al verlo de esa manera.
—Hola Edgar, te dejamos a Fang, se paso un poco con los tragos y esta algo, borracho...— Habló Shelly y Edgar asintió, para después tomar a Fang en brazos.