꒰🍼꒱Capítulo 12・₊˚

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Fang salió de su trabajo más temprano de lo normal, ya que su jefe se había tentado el corazón por un día, (en realidad era día festivo).

El mencionado aprovechó para poder ir con su madre a discutir lo que tanto tenía dando vueltas su cabeza, obviamente no sin antes avisarle a Edgar que llegaría un poco tarde pues iría a recoger unas cosas con su madre.

Al llegar a la casa de sus padres, se le olvidó que tenía que avisar, por lo que su madre abrió quedando sorprendida, pero inmediatamente lo abrazó alegremente.

- ¡Fang! Mi niño, ¿Qué haces aquí?.- Se le hizo extraño el hecho de que su hijo estuviera vestido como cuando va al trabajo y no estuviera con su bebé.

- Mamiii, necesito tu consejo.- Chilló como un niño pequeño y se aferró a su madre en un abrazo.

"Semejante cosota abrazando a su madre" Pensó la mamá de Fang.

- A ver Fang, ahora que hiciste. Vamos, mejor entremos a casa y me explicas lo que sucede.- Los dos entraron a la casa, y su madre le sirvió una taza de café a Fang para que se pudiera relajar mientras hablaba.

- Bueno... Es que hace unos días mi bebé tuvo un accidente y.- No terminó de hablar pues su mamá lo interrumpió.

- ¿¡Un accidente!? ¿¡El está bien!?.- Dijo alterada.

- ¡Si! Fue un accidente pequeño, pero a eso voy... Es que, realmente ese accidente ocurrió por mi culpa.- Dijo en suspiro.

- Bueno, si no fue tan grave la cosa, no te culpes, ¿Qué fue exactamente lo que pasó?

- Le llamé a Edgar para que revisara algo que estaba en mi cajón pues lo necesitaba para poder resolver algo en el trabajo. Edgar descuidó un momento a Gus y pues me imagino que el pequeño intento ir con el pero se cayó de la cama...

- Ay Fang, esos accidentes pasan, siempre que te descuidaba un momento tu ibas y hacías cualquier tontería. Muchas veces te llevé al médico por caídas cómo esa.

- Es que... Bueno, en mi trabajo un compañero me dijo que debería de ponerle más atención a Edgar pues si el había descuidado de esa manera a mi pequeño pues... Puede que pase otra vez.- Dijo viendo su café sin darle ni un sorbo.

- Fang, nadie es perfecto, y es obvio que algunas veces los niñeros se pueden equivocar por más atentos que estén a una situación. Hasta los padres se pueden equivocar, y los accidentes suceden, pero de ellos se aprenden.
Tienes que entender que por más atento que estés a tu hijo no vas a poder evitar estas cosas, cuando el sea mayor muchos de estos pequeños accidentes y descuidos van a pasar, eso lo aprendí cuando tu eras un niño, travieso e inquieto.

- Entonces... ¿Estuvo mal que dudara de Edgar?

- No mi niño, cualquier padre se preocupa por la salud de sus hijos y en cierto momento llega a dudar de las personas, es normal. Yo hasta dudaba de tu padre, pero ese es el instinto maternal, al igual que tú, es tú instinto paternal.- Fang al escuchar eso se tranquilizó y le sonrió a su madre.

- Además, Edgar es un buen muchacho y niñero, hasta ahora siempre cuida de tu pequeño, juega con él, le da de comer a sus horas, lo estimula, y se ve que tiene interés en él además de cuidarlo.

- Bueno... Eso sí, cuando llevé a Gus al hospital el estuvo ahí para acompañarlo todo el tiempo, porque pues... yo tenía que trabajar.

- ¿Ya ves? Tu hijo está en buenas manos, Edgar es el indicado para cuidarlo, así que si un consejo querías, mi consejo es que te quedes con él, compartiendo los momentos de tu hijo y aprendiendo de sus errores, porque es la única forma.- Su madre se levantó y abrazo a Fang para después darle un besito en la cabeza.

Ella tenía razón, los accidentes pasan y hay algunos que tal vez no se pueden prevenir o simplemente tienen que pasar para que uno pueda aprender de aquello.

Fang iba de regreso a su casa muy animado, y traía consigo unas galletas que su madre había preparado para el y Edgar

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Fang iba de regreso a su casa muy animado, y traía consigo unas galletas que su madre había preparado para el y Edgar.

Le subió a la música y fue todo el camino cantando de manera alegre, realmente ya no tenía porqué preocuparse, solamente por los gastos de la casa y su bebé.

Llegó a su casa, bajo del carro y fue inmediatamente recibido por Edgar el cual se veía de igual manera algo alegre pues su tarde con el pequeño fue algo divertida.

— ¡Hola!.- Dijo Edgar saludando también con una mano, Fang por su parte se acercó a él y lo abrazó.

— ¡Hola! ¿Quieres galletas? Las hizo mi madre.- Dijo sonriendo para después darle una mordida a la que sostenía en su mano. Edgar simplemente asintió.

Entraron a la casa y Fang preparó un poco de chocolate caliente, luego de eso subió a su cuarto para darse un baño y quitarse su ropa del trabajo para así poder estar un poco más de tiempo con Edgar.

El mencionado por su parte estaba muy feliz y embobado por las acciones tan atentas de Fang, sin embargo fue a revisar al pequeño bebé que dormía pues había veces en las que se despertaba y al no ver a nadie lloraba.

Se acercó a la cuna y lo pudo ver profundamente dormido, sonrió con ternura y se agachó para poder darle un pequeño besito en la cabeza.

Luego de eso volvió a la cocina y justamente Fang iba a bajando las escaleras para así poder disfrutar de una linda cena.
Platicaron un largo rato, hasta que a Fang se le vino una idea a la mente.

— Mmm... Oye Edgar, ahora que somos amigos, digo... ¿Podría conocer a tu familia? Tu ya conoces a mis padres, me gustaría conocer a los tuyos.- Edgar se quedó unos momentos en silencio al escuchar aquella propuesta.

El ni siquiera tenía un padre, había vivido con su madre toda su infancia, y esta ni siquiera fue feliz, pues su madre se dedicaba a humillarlo y encomendarle tareas que ni siquiera eran de su edad.

Ahí fue cuando lo mando a cuidar a los hijos de sus tíos, pues ellos salían con su madre a divertirse, mientras el pobre tenía que atender a 5 pequeños al mismo tiempo, aun que no le disgustaba del todo.

Sin embargo había un problema, y es que el se había ido de casa hace ya algunos años, después de haber tenido una fuerte discusión con su madre. Guardo sus cosas en una maleta y salió de su casa a los 18, donde no le quedó más remedio que ir con su amiga Colette a vivir.

Tendría que volver a ver a su madre para eso y le traería muchos recuerdos malos.
Fang al ver que no respondía la pregunta decidió volver a hablar pues el ambiente ahora era incómodo para el.

— Si no quieres no...

— Intentaré...- Quería seguir hablando pero se pausó.

— ¿Eh?

— Intentaré hayar a mi madre para que la conozcas.- Fue lo único que dijo para después sonreír de manera forzada y seguir comiendo con normalidad.

Fang no había entendido en absoluto, pero decidió no preguntar y cambiar de tema, pues se veía que esa pregunta no fue para nada cómoda para el contrario.

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Ho-hola *tímido* >///<
Ok, les pido una disculpa, esta vez si no me di cuenta cuantos días habían pasado desde la última actualización hasta que me metí a Wattpad a revisar. Sin embargo, papá ya les trajo de comer 🥳
Arist! <3

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