꒰🍼꒱Capítulo 23・₊˚

716 71 50
                                        

Fang no podía estar más que estresado, se encontraba temblando y llorando en una esquina de la cocina, no sabía que hacer y estaba respirando demasiado rápido, llenándose la cabeza de pensamientos.

¿Cómo fue posible que esa mujer haya sabido que regresaría tarde? ¿Acaso lo espían? ¿Cómo que estaba fríamente planeado? ¿Pudo haberlo evitado si el no se hubiera ido con Janet?

Lo último resonó en su cabeza, por lo que más lágrimas bajaron por sus mejillas, culpandondose una y otra vez, mientras se dedicaba a sollozar.
No podía agarrar el teléfono, sus manos estaban temblando, quería llamar a su madre, a la policía, a alguien, quería ayuda.

Pero no pudo, algo lo detenía, había llegado hasta esquina gracias a que lentamente se había pegado contra la barra de la cocina y había bajado hasta sentarse, era un completo desastre.

Una hora después, Fang pudo calmarse aunque sea un poco, y se arrastro hasta su teléfono, el cual había permanecido tirado en el suelo. Lo recogió, y comenzó a buscar el contacto de su mamá, pero el primer chat que vió, fue el de su novio.

Otra vez comenzó a llorar, y a preocuparse aún más, no quería que le hicieran daño a Edgar, y menos a Gus.
Encontró el número de su madre y le marcó.

Al ser de noche, y muy tarde, ya estaba dormida, pero luego de marcarle 5 veces, fue que contestó.

—¿Bueno? ¿Fang? ¿Pasó algo?.- Su madre habló desde el otro lado del teléfono, notándose en su voz que apenas había despertado.

—M-mamá.- Y, se le quebró la voz, sin poder seguir hablando, solamente lloró.

—¿Fang? Ey, mi niño, ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

—E-es que, es que, es que.- Repetía mientras se ahogaba con su llanto, no podía ni hablar bien.

—A ver, cálmate, ¿Qué pasa? ¿Y Edgar?.- La sola mención de su nombre hizo estallar en llanto a Fang, el cual ya no pudo seguir hablando y solamente se puso a derramar lágrimas.

—No, a ver, mi niño, ¿Quieres que vayamos para allá?.- Su madre solo pudo oír un débil "Si" entre tanto lloriqueo.

—Bueno, mi niño, tranquilo, no te preocupes, ya vamos para allá.- Colgó.

Su madre se levantó de la cama despertando al padre de su niño, estaba realmente preocupada, muy rara vez su hijo lloraba, y menos de esa forma, algo tenía que haber sucedido, y referente a Edgar, pues cuando mencionó su nombre, pudo notar que su llanto aumentó.

Lo primero que pensó, fue que tuvieron alguna pelea, y Fang ahora estaba muy triste porque Edgar no lo quería perdonar, pero luego descartó esa idea, porque si ese fuera el caso, su llanto no escucharía tan doloroso.

Lo primero que pensó, fue que tuvieron alguna pelea, y Fang ahora estaba muy triste porque Edgar no lo quería perdonar, pero luego descartó esa idea, porque si ese fuera el caso, su llanto no escucharía tan doloroso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de un rato llegaron a la casa de su hijo, Fang con mucha dificultad se paró y abrió.
Lo primero que vio su madre, fue a su hijo, totalmente rojo, con los ojos hinchados, y todavía derramando lágrimas.

PaternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora