꒰🍼꒱Capítulo 7・₊˚

704 75 54
                                    

Ya había pasado exactamente un mes desde que Edgar comenzó a trabajar para Fang, y a decir verdad no había sido tan malo.

Edgar había podido convivir más con Fang luego de que el estuvo enfermo, y ya lo había dejado de tratar como "usted" cosa que ponía a Fang alegre.

También el pequeño Gus cumplía dos meses de nacido, y afortunadamente estaba creciendo sano, y por supuesto, precioso.

Cuando los tres salían de paseo, (porque sí, Fang siempre quería que Edgar lo acompañara y como el no tenía nada que hacer aceptaba, y siempre los confundían como una familia.

Algunas personas los miraban mal, y otras se acercaban a preguntar o los miraban con ternura, algo medio "incómodo" para los dos.

Era sábado, y Fang otra vez había decidido ir al trabajo, quería un dinero extra para comprarle ropa y juguetes a Gus por sus dos mesesitos de nacido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era sábado, y Fang otra vez había decidido ir al trabajo, quería un dinero extra para comprarle ropa y juguetes a Gus por sus dos mesesitos de nacido.

Edgar se encontraba en la sala jugando con el pequeño, quien no dejaba de sonreír mientras chupaba uno de sus sonajeros.

— ¿Cómo le haces para ser tan tierno mi amor?

— Ba.

— ¿Quién es el niño de mami?.- Dijo con un tono agudo, para hacer reír al pequeño.

— Waaa.- El pequeño estiro sus manitas mientras se reía, además de agitar el juguetito que tenia en sus preciosas manitas.

— Aww, ay si, tu lo eres, tu eres el niño de mami Edgar.- Lo mecío con cuidado y le dio unos cuantos besitos en la carita, realmente le había tomado mucho cariño a Gus y debido a los comportamientos "raros" que tenían los demás, le decía al pequeño que él era su mami.

— Sabes Gus, me gustaría cuidarte como si yo fuera tu mami de verdad, no un simple niñero...

Llegó la noche, y Fang por fin había regresado, su turno se había alargado por "cuestiones" del jefe, eso sí que le molestaba de sobremanera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegó la noche, y Fang por fin había regresado, su turno se había alargado por "cuestiones" del jefe, eso sí que le molestaba de sobremanera.

Entro suspirando y algo cansado, camino hasta la sala hasta que encontró a Edgar con el bebé encima, viendo frutas bailando con canciones.

PaternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora