꒰🍼꒱Capítulo 9・₊˚

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— ¿Fang? ¿Q-qué es esto?.- Preguntó Edgar confundido y avergonzado.

— Un ramo de flores... para ti.- Sonrió con calidez.

— ¿P-por qué?

— Uum... Solo un regalo.- Edgar se quedaría estático unos momentos, sin saber que hacer al respecto, hasta que reaccionó y tomó el ramo.

— Quería agradecerte por como haces tu trabajo, mis padres me dijeron que eras un niñero excelente, les caíste muy bien, y mi pequeño te ama.- Sonrió con ternura tomando las manos de Edgar.

— Gracias Fang... Pero no era necesario agradecer.- Dijo mirándolo avergonzado.

— ¿No era necesario? Tal vez no... Pero yo quería hacerlo.

Habían pasado unos días luego de que Fang le había dado ese ramo de flores a Edgar, y este no sabía que pensar, cada que iba a su casa se ponía nervioso, ahora lo veía como si fuera un dios

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Habían pasado unos días luego de que Fang le había dado ese ramo de flores a Edgar, y este no sabía que pensar, cada que iba a su casa se ponía nervioso, ahora lo veía como si fuera un dios.

Un brillo singular aparecía en sus ojos cuando veía a Fang, además de estar un poco distraído, eso sí, nunca descuidaba al pequeño Gus.

Edgar se encontraba dándole de comer al pequeño Gus, pensando en sus cosas mientras el pequeño tomaba su lechita.

— Ay Gus... no se que pensar, tu papi es tan lindo y atento conmigo, ese día que me dio el ramo de flores, mi corazón se aceleró como nunca, sentía que estaba en cielo, solo ver como me sonreía...- Y como si el pequeño lo entendiera soltaba pequeñas risitas.

— Tú eres un bebé muy inteligente, pero no te burles de tu futura mami.- Dijo riendo con el bebé, luego de haberle dado de comer, lo baño y cambió, para después dejarlo jugando en la cama, obviamente supervisandolo.

El pequeño bebé estaba jugando normalmente en la cama, como siempre, sin embargo, el celular de Edgar comenzó a vibrar, tenía una llamada.

Se acercó al mueble donde lo había dejado, notó que era de Fang, así que mientras mordía su labio y sonreía decidió contestar.

Fang solo le había pedido que revisara algunas cosas en los cajones de su cuarto, donde estaban, por lo que así lo hizo Edgar, se dirigió a los cajones y buscaba lo que había pedido Fang.

Pasaron algunos minutos, en los que Edgar ahora tenía una videollamada con Fang, para buscar los documentos que necesitaba, hasta que se escuchó un fuerte golpe, y seguido de eso, un llanto extremadamente fuerte.

Edgar soltó el teléfono de golpe y volteó, viendo que Gus ya no se encontraba en la cama, corrió inmediato hacia la orilla de la cama, encontrándose al bebé llorando y con una pequeña herida en la frente.

Como si le hubiera caído un balde de agua fría, lo cargo intentando tranquilizarlo, hasta que comenzó a alarmarse al ver mucho más sangre correr por su pequeña frentesita.

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