꒰🍼꒱Capítulo 11・₊˚

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Se quedó pensando toda esa tarde de trabajo en lo que había mencionado su compañero de oficina. Shelly por su parte le había dicho que no le prestara atención a Colt.

Sin embargo, de alguna manera comenzó a dudar de Edgar, debería de haber una razón por la que estuviera distraído, y pues si, alguien que cuida muy bien a sus hijos los mantendría cerca suyo en todo momento.

Cuando salió del trabajo, seguía pensando en eso, incluso mientras iba llegando hacia la habitación donde se encontraba su bebé.

Sin embargo, al abrir se encontró con Edgar abrazando a Gus y diciéndole palabras de amor con una voz melosa.

— ¿Quién es mi bebé? Si, si, tu lo eres.- Y Gus solo atinaba a reírse de manera tierna.

Obviamente Fang no pudo evitar sonreír, y se acercó a Edgar abrazándolo por detrás, cosa que el contrario ni siquiera lo notó, dando un brinco.

— ¡F-Fang! Llegaste, Jeje.- Dijo avergonzado y Gus que se encontraba en los brazos de Edgar se removia para poder ir con su papá.

— Waaa.- Fang sonrió y pasó su cabeza por encima del hombro de Edgar, para después acercarse y darle un beso al pequeño.

Edgar por su parte se estaba poniendo cada vez más nervioso, y no sabía realmente la razón por la cual Fang estaba haciendo todo eso, por lo que comenzó a hacerse de ilusiones.

Pensaba que tal vez Fang gustaba de él y compartía los mismos sentimientos que el, por lo que si algún día Fang se animaba a proponerle algo, el con gusto aceptaría.

Fang por su parte se planteaba si realmente era buena idea echar a Edgar, pues su bebé lo quería demasiado y debía admitir que también él.

Pero, ¿Qué tal si Colt tenía razón? Es decir, en la página de niñeras decía que el era un buen niñero, nunca se distraía y le ponía atención a los pequeños 24/7.

"No debo dejarme llevar por estos pensamientos, es inútil, Edgar no es como yo estoy pensando." Se quedó tan sumido en sus pensamientos, que ni siquiera notó que Edgar ya se estaba cansando, pues habían pasado 5 minutos.

— Fang... No es por ofender pero ya me estoy cansando de tener a Gus en mis brazos y estar parado al mismo tiempo.

— ¡Oh! Si, claro.- Se separó rápidamente de Edgar permitiéndole sentarse, para después ver como su cara estaba algo roja por la vergüenza.

— ¿En que pensabas? Te vi algo, concentrado.

— Oh, nada realmente importante, son... Cosas del trabajo, ya pronto pasará.- Mintió.

— Oh... ¡Ok!.- Aun que la voz de Fang no era del todo para convencerlo, decidió creerle, después de todo sabía que su trabajo podía llegar a ser pesado.

- Aun que la voz de Fang no era del todo para convencerlo, decidió creerle, después de todo sabía que su trabajo podía llegar a ser pesado

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Rosa entró en la habitación, explicándole a los "padres" de Gus la situación. Al parecer el pequeño no tenía ninguna lesión externa, estaba todo bien, solo aconsejo ponerle mucha más atención para que ningún accidente así volviera a ocurrir.

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