꒰🍼꒱Capítulo 14・₊˚

1.1K 133 76
                                        

— ¡Discúlpame por haberte besado!

— ¡No te disculpes! Fue un accidente por culpa de la bufanda.- Explicó Edgar luego de ver a Fang realmente preocupado por lo que paso.

— De igual manera discúlpame, debí de haber puesto las manos antes de caer.- Dijo avergonzado Fang.

Luego de la caída a causa de la bufanda, Fang salió corriendo a ver a Gus, pues se había despertado debido a los ruidos que estaban causando. Edgar se había quedado en el suelo pensando sobre lo que había sucedido, y luego de unos minutos fue a la habitación donde estaba Fang.

Ahí fue cuando Fang se disculpó con el, pues pensaba que Edgar estaría enojado con el, pero al parecer fue todo lo contrario, pues más que enojado, estaba avergonzado. 
Edgar realmente no se esperaba que su primer beso con Fang hubiese sido de esa forma, el imaginaba algo mas romántico, pero, algo es algo ¿No?

Al pasar de los días decidieron olvidarse de lo sucedido, o al menos así lo creían, pues ahora se ponían nerviosos cada que uno estaba cerca del otro, y bueno, el pequeño Gus había notado la gran incomodidad que había entre sus "papis", por lo que...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al pasar de los días decidieron olvidarse de lo sucedido, o al menos así lo creían, pues ahora se ponían nerviosos cada que uno estaba cerca del otro, y bueno, el pequeño Gus había notado la gran incomodidad que había entre sus "papis", por lo que simplemente se reía.

Cuando Fang llegaba del trabajo, siempre recibía un abrazo por parte de Edgar, ahora solo recibía un saludo tímido para luego irse.
Edgar ya no se había querido quedar a dormir en la casa de Fang, pues se le hacía demasiado incomodo luego del beso accidental.

Por parte de su bufanda, ya la había logrado controlar, y ni siquiera sabe como, pero algo que comenzó a descubrir es que cuando el estaba alterado o nervioso esta se volvía loca, queriendo agarrar todo o jalaba muy brusco a Edgar, pero, si el estaba feliz o tranquilo, no hacía nada, simplemente se quedaba como una bufanda normal y corriente.

Sin embargo le molestaba el hecho de que la bufanda solo se quitaba de su cuello cuando el se metía a bañar, de lo contrario no lo haría, y eso era molesto para Edgar pues en las noches hacía un calor infernal, que terminaba todo sudado, por lo que siempre tenía que lavar su bufanda, y eso también era todo un reto, pues la bufanda odiaba el agua, así que meterla a lavar era como pelear contra un león.

Dejando eso de lado, también había hablado con su amiga Colette, le contó lo que ahora su bufanda tenía vida, que estaba enamorado de Fang, que se beso con el por culpa de su bufanda y que ahora tiene que encontrar a su madre para poder presentarla ante Fang.

— Tu vida es un completo despapaye Edgar, de la nada te enamoraste de uno de tus clientes.

— No es un cliente...

— Como sea, además, no sabía que le dabas a esos gustos Edgar, con razón nunca te vi con una novia.

— ¡Eso no es lo importante!.- Dijo avergonzado y Colette solamente se comenzó a reír.

— Pero dejando eso de lado... Sobre lo último, ¿éstas seguro de querer encontrar a tu madre de nueva cuenta? Es decir, ella te hizo demasiado daño y no creo que verla te traiga bonitos recuerdos.

PaternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora