La Bestia y Él 2 (Kirishima x TN)

21. Skyfall

TN

Qué raro se ha tornado el ambiente. Dabi y Jaaku están más serios de lo normal, sospechoso.

—Y bien, mi estimada señora Usotsuki, cuénteme, ¿su esposo a qué se dedica? —cuestiona con malicia Jaaku.

Ush, ¿por qué tanta curiosidad?

—Pues, mi marido es un alto hombre de negocios, y bueno, qué les puedo decir, anda por estos lugares en busca de más dinero como todos los demás —respondo con simpleza.

—Y cómo no, para mantener a una mujer como usted se necesita toneladas de dinero —interrumpe efusivamente Dabi.

Ash.

—Pues es algo obvio, idiota. En este ambiente tiene mejor reputación aquel que posea a la mujer más hermosa y refinada... —dice Heiki con un toque ironía— y déjenme decir que el señor Usotsuki es el más afortunado en ese aspecto.

Esto se está volviendo incómodo. Ni sé en qué momento terminé de comer la langosta.

—Bueno, me halagan sus cumplidos, señores; pero me temo que ya es hora de que me vaya, mi esposo estará preocupado —exclamo de forma coqueta.

Ay no, un ambiente silencioso reina en el lugar, todos se me quedan viendo serios. Ash, ¡ya digan algo!

—¡Oh, sí! no hay que incomodar a la dama —el primero en hablar fue Jaaku. No me lo esperaba de él— y como prueba de mi cortesía, la escoltaré hasta su esposo sana y salva.

Este señor... algo se trae. No sé si es paranoia mía, pero... algo me quiere hacer.

—¡Oye, viejo! eso no es justo, ella es mi invitada y yo debo de escoltarla —reclama un borracho Heiki.

Sí, por favor. Prefiero estar con Heiki que con su intimidante amigo.

—¿Acaso no te has visto? estás borracho, eso solo le traería bochorno a la señora... por favor, señora Usotsuki, me encargaré de dejarla en las manos de su esposo —dice amablemente.

Ya ni modo.

—Bueno, si insiste, vamos —contesto con dulzura mientras tomo su brazo.

Me despido de los señores y de Dabi, y empezamos a descender por el edificio.

—Fue una espléndida velada, señora Usotsuki. Espero que no la hayamos incomodado —expresa el señor, poniendo fin al interminable silencio.

—No, para nada. Disfruté mucho de su compañía, son tan divertidos... —contesto con unas risitas.

—Me alivia escuchar eso.

¡Rayos! el ascensor parece que nunca bajará hasta el último piso, parece una eternidad estar aquí con este viejo. Por favor, ya no aguanto esta incomoda presencia a solas con él.

—Y... ¿qué le parece todo este mundo de armas y porquería? —cuestiona Jaaku de la nada.

Ay no.

—Bueno... con tal que me traiga dinero y lujos, no me será nada de malo vivir con eso —contesto superficialmente.

—Oh, es una mujer de sangre fría por lo que veo —suelta con sorpresa.

—Algo así...

—Quién diría que esta mujer frívola y superficial fuera la misma TN Miyato, una doctora caritativa con dulce alma...

¡! ¡¡¿¿QUÉ??!!

Volteo rápidamente hacia él, pero cuando lo hago, ya me tiene aprisionada contra una pared.