27. Suelta a mi hija, Jaaku

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Kirishima

—¡Bien! ¿por dónde quieres comenzar, querido Dabi? —cuestiono con burla a mi nefasto adversario.

—¡Ja! ¿qué? ¿te arde porque me atreví a acercarme a tu mujer? Qué mal esposo eres, ¿eh? y mira, te diré una cosa... —habla con su horrible sarcástica voz y su asquerosa sonrisa.

—Con cada palabra que dices, te estás ganando una mutilación segura, Touya Todoroki —advierto de forma seria, logrando no caer en sus provocaciones.

—No, no, no; esto lo tienes que escuchar; imagínate, no creo que Bakugou y TN hayan perdido el tiempo... con eso de que tú estabas muerto, quizá encontraron buen consuelo entre ellos...

¡DABI!

Lo quiera o no, ha tocado un punto sensible; insinuarme eso... aunque a ciencia cierta sé que TN y Bakugou no tuvieron nada que ver, pero... ¡las palabras de este tipo me enfurecen!

Después de decir esas palabras, dirijo mis glaciales ojos sobre él y, sin decir nada, le arranco lo que le quedaba de mandíbula de una vez por todas. Un brote de sangre sale de él.

—¡Hmmmmmmmm! —deja ir lo que parece un grito, expresándome con los ojos todo el dolor agudo que está sintiendo.

—Eso es para que no hables mierdas nunca más... ¡Bah! ¡Cállate, se supone que no sientes dolor! —digo con una risita sarcástica— Oye... —susurro en su oreja— estuve apunto de matarte aquella vez cuando te atreviste a dejar a mi TN en coma, y mírate ahora, no aprendiste la lección, ¡eres estúpido, no me queda duda! tuviste la oportunidad de huir y hacer tu vida, pero preferiste esto —digo finalmente, mostrándole su mandíbula en su cara.

El tipo no dice nada -naturalmente, el idiota no va hablar nunca más en su vida jeje- solamente me mira intensamente con todo el odio que puede.

¡A ver, con que esas tenemos! el hombre empieza a producir fuego, un potente fuego azul que rápidamente va incrementando su temperatura.

—¡¿Es que no entiendes que tus llamas no me hacen daño?! —reclamo indignado, activando mi red riot unbreakable.

Todo empieza a arder y derretirse, las chicas se van junto con mi suegra y los desgraciados amigos de Jaaku.

Mi rival me propina una potente ráfaga de fuego, pero logro esquivarla... mierda, mi traje no está soportando el fuego; a pesar que yo sí logro aguantar las exageradas temperaturas de este incendio, todo lo demás empieza a derretirse o a incinerarse.

A este paso quedaré desnudo, genial.

 ¡! Dabi da una rápida ojeada a las tres chicas del escuadrón y a mi suegra con un dejo de malicia... no, Dabi, no te atrevas.

Sin avisar, el pedazo de carne quemada se dirige, propulsándose con su fuego hacia las mujeres con el objetivo de matarlas en el incendio. Lo sé, lo vi en su mirada.

—¡Oh, no, no lo harás, maldito! —grito con furia. El solo pensar que quiere desquitarse o protegerse a costa de mujeres, me hierve la sangre.

Corro con mi velocidad potenciada, pero ¡Ah! es muy rápido usando su don; no llegaré a tiempo. Por favor, chicas, no se dejen de ese idiota.

La Bestia y Él 2 (Kirishima x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora