La Bestia y Él 2 (Kirishima x TN)

16. ¿Lo amas?

Kirishima

Oh, mierda.

Por favor, que ella lo haya disfrutado tanto como yo lo hice.

—Bueno, vamos al patio con las fuentes; me encanta cómo las luces iluminan el agua —expreso mientras ofrezco mi brazo a la hermosa dama— quiero ver ese escenario con usted —digo casi en una súplica.

—¿Por qué quiere ver las fuentes de agua conmigo, señor? —contesta confundida, pero a la vez juguetona.

La respuesta es muy sencilla.

—Porque quiero admirar la belleza de un paisaje junto con otra belleza —contesto, a la vez que me acerco peligrosamente a ella y le guiño un ojo fugazmente.

Con mi comentario solo logro que se ponga roja como un tomate y su mirada se desorbite por la tan inesperada respuesta. Se ve muy tierna así, me fascina.

—Qué cosas dice, mi estimado señor pelinegro —suelta con una risa nerviosa— vamos allá de una vez por todas.

***

TN

¿Qué fue eso? Le encanta coquetear... ¡jum! quien sabe con cuántas más lo haya hecho.

Pero... es tan encantador. Es tan Eijiro.

¡TN! ¡Definitivamente estás cayendo en sus redes! Esto es absurdo, ¿cómo me puede gustar alguien que ni siquiera conozco? sí, este hombre me gusta, por no decir que me intriga y me encanta.

Me siento mal, yo era la que decía a diestra y siniestra que Kirishima iba a ser el único hombre en mi vida; pero este pelinegro que tengo junto a mí me hace replantear eso; ¡alguien que es un completo desconocido!

Pero... por otro lado, siento que es el mismísimo Eijiro Kirishima quien tengo a mi lado. Que todo el mundo me llame loca, pero estoy empezando a pensar que es el espíritu de mi esposo.

Y si... ¿algún quirk ha hecho que su cuerpo haya recobrado su vida? o ¿si es Eijiro mismo que ha trascendido de la muerte para protegerme y tener unos momentos felices conmigo?

El pelinegro me está volviendo loca.

Mi compañía y yo nos sentamos juntos en la orilla de una fuente, procedemos a admirar el agua cristalina, viendo cómo tiene un toque mágico en la noche, una apariencia tan pura.

—Y bien —corto el silencioso ambiente— no me ha dicho nada sobre usted, ¿por qué tanto misterio en cuanto a su identidad? todo el mundo en la fiesta ha dado a conocer sus nombres... solo usted es el misterioso —cuestiono perspicaz.

Veamos qué dice. Es difícil tragarme el cuento de "es por seguridad"

—Ya le dije, estoy en una posición en la que no puedo decir quién soy —responde con cierta naturalidad.

Ja, sabe mentir el idiota.

—Mmm, qué raro —suelto con inconformidad—pero al menos, dígame, ¿qué es lo que lo trajo a esta maldita fiesta? —pregunto, mientras revuelvo delicadamente el agua de la fuente con mi mano, para luego mirar nuestro reflejo en ella.

—Cosas del trabajo, no me gusta darme a conocer, aprecio la privacidad y el anonimato... y usted ¿por qué está aquí? —empieza a cuestionar, a la vez que también revuelve el agua con su mano.

Je, también quiere indagar sobre mí. Debo tener en cuenta que no debo de fiarme mucho de él. Sí me inspira confianza, pero no debo de bajar la guardia.

—Pues, es la misma razón por la que todos los demás están aquí: dinero y poder —respondo de forma siniestra, mientras lo miro seriamente.

El hombre alza sus cejas ante mi respuesta, no se le ve tan convencido.