La Bestia y Él 2 (Kirishima x TN)

14. Mi lady

TN

¡!

¡¿Qué acaba de pasar?! ¿Quién es este hombre que dice ser mi esposo? No me atrevo todavía a mirarlo.

Con sutileza volteo mi cabeza hacia él.

Pero... ¡Este hombre!

Nuestros ojos por fin chocan, siento cómo lentamente mi piel se eriza por su intensa mirada, su intensa y seria carmesí mirada. Es un hombre robusto, con cabellos negros caídos, con unos ojos rubí demasiado expresivos, teniendo unos imponentes dientes puntiagudos... me es tan familiar.

Si no fuera porque está muerto, juraría que es... Kirishima. Su máscara no me deja apreciar de forma satisfactoria su rostro.

Su boca se abre ligeramente por mi vista hacia él, sus ojos se abren más todavía y me miran fijamente, como si no pudiese creer lo que está viendo. ¿Por qué siento un curioso dejavú?

—Oh, perdone usted. Yo sólo quería invitarle una bebida a la dama —el viejo asqueroso interrumpe mis pensamientos. Ush, qué mentiroso.

—¡Jum! pues, mi esposa no necesita que otros hombres le inviten a bebidas cuando yo puedo darle todas las que quiera y mucho más —alega el pelinegro, estando muy serio y disgustado todavía.

El viejo ríe hipócritamente.

—Sí, tiene razón... con permiso —al fin, el señor abusivo se termina retirando, dejándonos solos.

Esto ha sido lo más raro que ha pasado en la noche. De cualquier forma, me salvó de una tontería que iba a hacer y de las molestias de ese viejo.

—¿Está bien? ¿ese sujeto no le hizo nada? —pregunta muy preocupado, mientras no deja de tocarme suavemente el brazo.

Su voz... esa voz yo la conozco. Es un habla suave, grave y de cierta manera dulce. ¿Por qué todo me recuerda a él?

—Descuide, estoy bien, no me hizo nada; sólo me estaba molestando —explico con una sonrisa— gracias por liberarme de él —expreso aliviada.

Gracias por no dejarme hacer un salpicadero de sangre con el señor ese.

—No se preocupe, me indignó mucho tal escena —dice con mucha seriedad— eso no fue nada varonil

¡! "Varonil".  Esa palabra, esas tres sílabas eran mencionadas a cada instante por Kirishima. Esto es imposible, es una estúpida coincidencia.

Tengo que preguntarle quién es.

—Y, ¿se puede saber quién es el hombre que me salvó? —indago inquisitivamente.

Quiero, necesito saber quién es.

—Mmm, me han dicho que no puedo revelar mi identidad por motivos de seguridad. Lamento mucho no poder decirle —explica de manera natural— ¿Usted quién es? si se puede saber, claro

Mmm, ¿por motivos de seguridad? eso es sospechoso.

Este hombre... no sé, pero aunque sea demasiado raro, no me da mala espina; de hecho, creo que hasta me cae bien. Después de todo, quizá sea un buen samaritano que empatizó con una mujer.

¡! ¡Pero! ¡Si está aquí es porque está interesado en esa maldita fórmula anuladora de dones! Tan buena persona no ha de ser.

—Yo soy la señora Usotsuki... Y bueno, dígame, ¿hay alguna mujer que le esté haciendo compañía en esta fiesta? —cuestiono, intentando sonar casual; no quiero que piense que estoy interesada en él.

—No, no tengo acompañante —responde con una sonrisa, llevando su mano a sus cabellos— ¿y usted, ha venido con alguien? —pregunta con un leve sonrojo en sus mejillas.