🌈 CAPÍTULO 7 🌈

151 12 1
                                    

NÍA

La reunión de este fin de semana a la que he decidido venir por la insistencia de Bruce es igual que todas las anteriores que han habido.

Cada dos sábados, a muchos vecinos nos gusta juntarnos para pasar un buen rato en compañía. Ahora que todavía hace buen tiempo, nos gusta salir por la noche para cenar y charlar. En pleno invierno, solo salimos los sábados que hace buen tiempo, para almorzar al medio día y no perder la costumbre.

Supongo que para Bruce es sorprendente seguir haciendo lo que se hacía desde hace muchos años, pero para mi y mis amigos es algo totalmente cotidiano. No nos hemos perdido una reunión desde que vivimos aquí y en realidad me alegro de haber venido y no haberme quedado en casa por una persona que no me tiene que afectar en absolutamente nada.

– Aún no he visto a Logan – susurra Duna a mi lado, mirando a todos lados – Es raro, porque antes nunca se juntaba con nosotros pero sí que aparecía para molestar. ¿Tu sabes algo de él desde que han vuelto?

– No sé nada – susurro también. Me extraña no haberlo visto deambulando por las zonas comunes – Supongo que... han pasado los años. Él es seis años mayor que nosotras y aunque tengamos una visión diferente de él... puede que haya madurado. Alomejor ya no le gusta molestar como antiguamente.

– ¿De qué habláis, cotorras? - Zhao aparece por nuestra espalda y nos echa un brazo encima a cada una – No me ocultéis secretos o me sentiré excluido.

– ¿Excluido? - levanto las cejas, con sorpresa – Yo creo que jamás lo hemos hecho. Y por lo que veo, ahora vuelves a tener a tu mejor amigo aquí, del que no te separas ni para hacer tus necesidades.

– Vamos, no te enfades – deja un beso en mi mejilla – Claro que estoy con él, lo he echado mucho de menos. Eso no significa que te vaya a dejar de lado a ti.

– Seguimos siendo un grupo, Nía, no lo dudes – me sonríe Duna.

Alguien se aclara la garganta unos pasos por detrás y me pongo en tensión de inmediato. Por mucho que pase tiempo con él en clases, todavía no me acostumbro a su presencia. Mucho menos cuando se acerca tanto a mi.

– ¿Molesto? - pregunta con media sonrisa.

– Cómo vas a molestar, hermano – le sonríe Zhao.

– Depende a quien le preguntes – digo.

– Yo también me alegro de verte, Zanahoria.

– Nos vimos ayer en clase – hablo molesta.

– Ya. Hace más de... - frunce el ceño y mira la pantalla de su móvil – Veinticuatro horas. Demasiado tiempo sin estar a tu lado – sonríe inocente.

– ¿Y seis años no te parecen demasiado tiempo sin dar señales de vida?

Su cuerpo se pone en tensión y borra la sonrisa poco a poco. Escucho mi corazón a mil; el silencio que hay a nuestro alrededor no ayuda a apaciguar mis nervios.

– No vamos a entrar en el mismo tema de siempre, por favor – suplica Duna.

– Quiero ser alguien nuevo contigo, Melania, pero si no me dejas...

– Tendrás que currártelo más. Un simple apodo y cuatro tonterías en clase no va a hacer que vuelva a verte como la persona que eras – dejo claro.

– Es que no quiero que me veas como antes, puesto que he cambiado. Ahora...

– Ahora eres pura palabrería – me encojo de hombros, disimulando todo lo que siento por dentro – Pero no me extraña; todos los hombres se vuelven imbéciles en cuanto les sale un poco de barba y pelos en los huevos.

LA ECUACIÓN DEL DESTINO (#1 SERIE DESTINO) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora