NÍA
– Yo creo que deberías darle una oport...
– No.
– ¿Por qué no quieres exactamente? - pregunta mi madre. Deja de preparar la comida de al medio día para sentarse en frente mía y prestarme toda la atención posible - ¿Por lo que pasó en el pasado o por lo que puede pasar en el futuro?
– No entiendo que quieres decir con futuro – entrecierro mis ojos con desconfianza.
– Bueno, es evidente que el chico ha cambiado...visiblemente. Si antes era guapo, ahora...
– Mamá – la corto, fusilándola con mis ojos – No se te ocurra pensar eso.
– No es ningún disparate – se encoge de hombros como si nada – Alomejor tienes miedo de darle una oportunidad y llegar a enamorarte...
– Basta – me levanto, dejando el desayuno a medias – Esto si que no.
– Tu madre tiene razón, cariño – mi padre aparece por la puerta de la cocina con media sonrisa en la cara – Enamorarse de Bruce tiene que ser extremadamente fácil, y puesto que tú no estás dispuesta a pasar por ahí por tu fobia al compromiso...
– ¿Fobia al compromiso? - me río irónica. Los ojos se me llenan de lágrimas pero me niego a soltarlas – Lo que dices es absurdo, papá. No tengo ninguna maldita fobia, básicamente no creo en compromiso y todo lo que abarca el amor. ¿Tan difícil es de entender? - mascullo hastiada. Cojo la mochila y me la echo a la espalda para poder salir de casa cuanto antes. Miro a los dos antes de despedirme – Quiero que os quede una cosa clara. No me apetece darle una oportunidad a Bruce simplemente porque todavía me duele lo que pasó. Os aseguro que no estoy pensando en el presente y mucho menos en la posibilidad de un futuro con él.
– Cariño... - se acerca mi padre dubitativo – He dicho eso para aligerar la tensión, pero sé de primera mano tu problema con el amor. Perdón por mis palabras, Nía, solo queremos ayudarte y a veces no sabemos cómo.
Asiento con la mandíbula apretada y acto seguido salgo de la estancia para coger el autobús e ir a clase.
En el trayecto, me permito respirar tranquila para llegar con menos presión que la que he sentido durante prácticamente todo el desayuno.
Ni siquiera me perturba el pensamiento que ha llegado a tener mi madre, pero el término que ha utilizado mi padre se me ha clavado bien al fondo.
En realidad, no sé si llamarle fobia a lo que me pasa en el ámbito romántico. He dado oportunidades para que me amen y yo misma me he dado oportunidades para amar. Nunca ha salido bien, y aunque sé que eso ha hecho que deje de creer rotundamente en el amor, no sé si también ha hecho que le coja miedo a nuevas experiencias. Sea como fuere, no estoy dispuesta a comprobarlo.
En cuanto entro a clase, voy a mi sitio y me desplomo en el asiento.
– Parece que vienes harta y estamos a primera hora de la mañana – se ríe Abby.
– Estoy harta – afirmo – Me gustan los desayunos tranquilos y hoy mis padres se han puesto de acuerdo para alterarme nada más abrir los ojos.
– Es lo que tiene convivir con familia – asiente – Yo también busco paz y no la encuentro. A mi hermanastro le ha dado por molestarme a cada momento.
– ¿Hermanastro? - frunzo el ceño – Pensé que solo tenías un hermano.
– Mis padres llevan muchos años juntos, pero antes de conocerse, mi padre estuvo con otra mujer. Tuvieron un hijo juntos justo antes de separarse. Su hijo tiene la custodia compartida, pero por cosas que no entiendo, lleva más de un mes viviendo con nosotros. Lo único que siento que compartimos es un poco de sangre, porque por lo demás, no tenemos nada en común y no lo soporto – termina gruñendo.
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LA ECUACIÓN DEL DESTINO (#1 SERIE DESTINO) (TERMINADA)
RomanceLIBRO 1 DE LA SERIE "DESTINO" ⚠️ Contenido +18 🔞 Melania Loasf es una chica marcada por su pasado. Ha vivido, deslealtades, traiciones y abandonos que le han hecho convertirse en una mujer distante, fría y desconfiada. Vive su vida sin ganas, sin i...