LA ECUACIÓN DEL DESTINO (#1 SERIE DESTINO) (TERMINADA)

🌈 CAPÍTULO 5 🌈

BRUCE

Después de estos dos días intensos en la Universidad, lo único que me apetece es que llegue la tarde para poder salir a correr por el barrio y desconectar la mente.

Melania me ha dejado claro que le da rabia tenerme cerca, y aunque a mi tampoco me hace gracia por todo el sentimiento de culpa y vergüenza que me llena, nunca podría decir que me enrabia la situación u odio su compañía, como tantas veces ha dicho ella.

Jamás, jamás, jamás podría tener un sentimiento malo hacia ella. Jamás.

Si hay alguien a quien odio con todas mis fuerzas, es a mi mismo. Yo y solo yo fui el culpable de haber finalizado nuestra relación en el pasado.

– ¿Me estás escuchando?

Giro la cabeza hacia mi amigo Zhao y niego con suavidad. Hoy ha querido acompañarme a trotar por la zona, y aunque al principio he creído que me vendría bien para desahogarme hablando, la verdad es que tengo la cabeza en otro lado.

– No, lo siento. Estoy distraído estos días.

– Te decía que tienes que intentar recuperar su confianza de otra manera. No puedes pretender hacerlo igual que hace años. Ella no es la misma persona, y por lo que veo, tú también has cambiado.

– Sé que no tiene nada que ver con la primera vez que nos conocimos. La diferencia es que ahora ella tiene una imagen hecha de mi muy... fea.

– Tanto las imágenes como los pensamientos se pueden moldear y cambiar – habla con seguridad. Giramos una calle y disminuimos la velocidad hasta acabar andando por el lateral de un pequeño lago – Tienes que empezar de cero con ella. Ahora estáis en épocas distintas y el pasado no tiene nada que ver.

– No sé como hacerlo – confieso, con la respiración agitada – No sé como hacer que me vea como otra persona... no sé como acercarme sin llevarme rechazo por su parte.

– Muéstrate como tú eres. Poco a poco. El tiempo lima asperezas, Bruce. Nía necesita tiempo de adaptación también. Estoy seguro de que dentro de poco irá conociéndote de nuevo, y aunque no se le olvide el pasado, sí que podrá tener la oportunidad de crear un nuevo futuro. De verdad – insiste.

Pienso en sus palabras mientras llegamos a casa. Tengo que darme a conocer de forma verdadera, y aunque yo no tengo ningún problema, sé como es ella y lo cabezona que puede llegar a ser. Ha podido cambiar mucho en estos años, pero en tan solo días me ha demostrado que sigue igual de testaruda y obstinada que siempre.

– Lo haré – le digo mientras aprieto su hombro en forma de agradecimiento – La verdad es que solo tengo un objetivo aquí, y es estar por y para ella. Fallé en un pasado y no estoy dispuesto a pasar por lo mismo si tengo oportunidad de recuperar lo que una vez perdimos, o si no es posible, de crear una relación nueva.

Me despido de él y entro a mi casa para irme directamente a la ducha. Mientras el agua caliente me moja los mechones de pelo negro y el resto de cuerpo, me convenzo cada vez más de que puedo hacerlo, por mucho que se oponga. Evidentemente no la voy a obligar a estar cerca mía si no quiere, pero al menos quiero una sola oportunidad para mostrarme tal y como soy. Si después de eso, sigo sin gustarle y sigue odiándome, entonces me daré por vencido.

Pero nunca, en la vida, me rendiré sin haberlo intentado. Si una cosa tengo clara es que he dejado de ser el niño cobarde de hace años.

Al día siguiente, antes de entrar en clases, me quedo un rato sentado en mi coche, con la música baja y practicando respiraciones tranquilas y constantes. Suelo ser una persona impaciente en muchos ocasiones, pero desde que era un crío, aprendí a controlar mi paciencia con Melania. Ahora es cuando más tengo que poner a prueba mi capacidad de aprendizaje. Si quiero obtener frutos de principal objetivo, tengo que mantenerme sereno ante todo, o casi todo lo que se me presente por su parte.