🌈 CAPÍTULO 10 🌈

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NÍA

Hemos pasado la mañana planificando el resto de días junto a los profesores, y aunque muchas de las actividades nos han parecido buena idea, ahora no nos lo parece tanto cuando nos damos cuenta de que el tiempo no se va a poner de nuestra parte, por lo menos hoy.

Sigue lloviendo, y aunque no es una tormenta torrencial, si que nos molesta a la hora de salir de la tienda de campaña y estar al aire libre. Tampoco hemos descansado mucho puesto que la tienda no está nada insonorizada. Hemos estado escuchando el repiqueteo del agua contra el techo toda la noche y en muchas ocasiones, la llegada de truenos y rugido de animales.

– Podrían haber mirado el tiempo antes de haber organizado nada – gruñe Izan.

– Lo miraron – dice Abby – Pero el departamento se puso de acuerdo en seguir adelante con el plan. Quieren que nos adaptemos a situaciones extremas.

– Gilipolleces – masculla Bruce, dando golpes al suelo a cada paso que da. No sé donde habrá conseguido una rama tan larga – Si termino sacándome la carrera, lo último que haré será salir con un vendaval como estos a hacer algo.

– En los días malos, te llamaré, nos reuniremos en una casa, y nos hincharemos a cervezas, colega – Izan le pasa un brazo por los hombros y se une a su ritmo – Nada de brújulas estúpidas y senderismo más estúpido aún...

Dejo de escuchar la conversación cuando se alejan cada vez más rápido de nosotras, sumidos en una conversación profunda de planes futuros que solo incluyen cervezas y alcohol.

– Yo la verdad es que no sé que hago aquí.

– ¿Cómo que no lo sabes? - frunzo el ceño mirando a Evelyn.

– En esta carrera, me refiero.

– Porque te gusta, ¿no? - intuye Abby.

– Si. Aunque no tanto como Medicina – suspira.

– ¿Entonces...

– No me dio la nota para entrar en Londres. Tenía Educación Física como segunda opción y por eso estoy aquí. Aunque sigo replanteándome hacer solo el primer año e intentar volver a entrar en Medicina.

– Si es lo que quieres, a por ello – le animo.

– Me gusta más que estar caminando bajo la lluvia – se queja, con una risa. Se aprieta más el chubasquero hasta que solo se le ven los ojos – Pero tampoco era plan de estar un año sin hacer nada.

– Podrías haber trabajado, ahorrar dinero, y después...

– Podría haberlo hecho – asiente a mis palabras – Pero mis padres me aconsejaron entrar aquí antes que meterme en cualquier sitio a trabajar. Quizá no me sirva para nada en un futuro, pero sí que hay asignaturas que se relacionan. Con suerte, hasta me podrán convalidar algunas de primero de Medicina, si es que entro.

– Seguro que sí – Abby la abraza de lado – Además, necesitamos alguien en el grupo que sepa curarnos ante cualquier enfermedad. Ya somos bastantes enfocados en la actividad física y en los... musculitos – mira sobretodo a Izan y Bruce, muy por delante de nosotras.

– No sé si llegaré a tanto – se ríe.

– ¿Tú por qué has decidido entrar aquí? - me pregunta.

– Siempre he sido muy activa físicamente. De pequeña se me daban bien casi todos los deportes de pareja y grupo, y cuando crecí, me di cuenta de que también me gustaban los deportes individuales, al igual que el ejercicio en general. Me sirve de distracción y libero mucha tensión mientras lo practico. Me gustaría poder dedicarme a ello profesionalmente. Ser profesora en un colegio, dar clases en un gimnasio, ser monitora de actividades al aire libre... cualquier cosa me llama la atención.

LA ECUACIÓN DEL DESTINO (#1 SERIE DESTINO) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora