LA ECUACIÓN DEL DESTINO (#1 SERIE DESTINO) (TERMINADA)

🌈 CAPÍTULO 19 🌈

NÍA

Llevo todo el día evitando a Bruce. Ni siquiera he esperado esta mañana a que se despertara. He salido de su habitación como alma que lleva al diablo. Cuando me he despertado y me he visto con él como si fuéramos una auténtica pareja... me ha invadido el miedo.

Yo estaba abrazada a él como si vida dependiera de ello. Él me agarraba a mi como si fuera su salvavidas.

Y es que me da tanto terror pensar en que puede llegar a convertirse en mi debilidad de nuevo... que no he soportado ese sentimiento de ahogo y angustia.

También me ha invadido una tremenda culpabilidad al acordarme de Tony. Me parece tan injusto que él no pueda continuar con su vida y sin embargo yo pueda hacerlo sin ningún problema... Sé que en estos momentos me sacaría los pelos por tener estos pensamientos, pero es que no puedo evitarlo. No he estado con nadie después de él y todo se me hace cuesta arriba.

– Tendrás que hablarle en algún momento, ¿no crees? - me pregunta Zhao.

Nuestros amigos van paseando por delante de nosotros. La lluvia ha disminuido, y aunque caen unas gotas ligeras, hemos querido salir a andar y tomar el aire. Esta mañana hemos jugado a todos los juegos de mesa habidos y por haber y hemos acabado entrando en una especie de colapso mental.

– Sí – hablo en voz baja, mirándolo de lejos – Supongo que cuando sea necesario.

– Disimula estar bien – lo mira también – Pero en el fondo... está tocado.

– Imagino que sí – murmuro – Yo también lo estoy.

– Él no ha sido quien ha huido nada más abrir los ojos...

– Lo sé – aprieto la mandíbula – Es que... joder. Es difícil, Zhao. ¿Quién me garantiza que no se va a ir de nuevo? ¿Qué no nos va a pasar lo que a mi me
pasó con los demás?

– Que tus ex novios hayan sido unos capullos o hayan tenido mala suerte no tiene nada que ver contigo y con tus nuevas relaciones, Nía. Tienes que dejar de pensar así. En estas circunstancias, y por mucho que te encante tener la sartén cogida por el mango, la realidad es que no la tienes. Todo es impredecible y no te queda más que aventurarte.

– No quiero que me vuelva a abandonar – confieso.

– No lo hará – me mira con cariño – No voluntariamente, al menos.

– Incluso sigo sin saber que fue lo que pasó. Hay muchas cosas que desconozco de su pasado a pesar de conocerlo a fondo, Zhao. No sé como ha sido su vida estos años, no sé porqué tiene problemas con su hermano, no sé tantas cosas...

– Es cuestión de preguntar y que te lo cuente. Todavía no existe la magia para que te enteres de la nada – suaviza su tono con una sonrisa – Tienes que preguntarle, Nía. Pero tiene que estar preparada. Porque no te gustará.

– ¿Tú sabes los motivos de su ida? - pregunto nerviosa.

– No. Te lo prometo. Y si los supiera, no te los diría yo – me mira con tristeza – Y te digo que no te gustarán porque será lo normal. El abandono te dolió y no creo que fuese por motivos pintados de color rosa.

– Ya. Es lógico.

Seguimos hablando un poco más hasta estar de vuelta en la casa. Hemos estado todo el camino juntos porque quería hablar con él sobre lo que me comentó Duna anoche. Me ha asegurado que no le pasa nada y que a veces se dispersa porque tiene los pensamientos en una chica nueva que ha entrado en su clase. Zhao muy pocas veces se siente atraído por alguien, así que este nuevo acontecimiento, es toda una novedad, sobretodo para él. Aún así insiste en que está bien y que este fin de semana alargado está siendo la mejor experiencia desde hace muchísimo tiempo.