15 • Plenitud

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El viento invernal de Hokkaido era relajante. Inicialmente lo odiaba, se congelaba y solía quejarse, pero simplemente lo terminó por adaptar y a abrazar ese gélido clima.

Encendió un cigarrillo y se apoyó en la pared. Touya le decía que lo dejara, que era ridículo que comenzará a fumar cuando salió de prisión y no cuando todos a su alrededor fumaban. Pero el cigarrillo mentolado era una buena compañía en muchas ocasiones. Aunque al ver la puerta del edificio frente abrirse y dejar salir un maremoto de niños pequeñas, tiró el cigarrillo al suelo y lo pisó.

Si algo no hacía era fumar delante de su hija.

-¡Padre!.- Gritó la pequeña corriendo alegremente desde la escalinata del jardín de infantes hasta donde se encontraba Tenko.

No le gustaba que su hija le dijera "Padre", le traía malos recuerdos. Sin embargo, cuando ella lo decía esa carga negativa simplemente se evaporaba dotándola de un nuevo significado. Después de todo era su padre, y no deseaba que ella asociara esa palabra con una mala persona como lo hacía él, por lo que lo aceptaba.

La abrazó, ya estaba mas acostumbrado a dejarla un par de horas, pero a veces tenía el persecutorio miedo de que la apartaran de su lado al descubrir que él era Shigaraki Tomura o que de repente los héroes lo acorralaran llevándoselo lejos de su familia para jamás volver a verla. Por eso la abrazaba a penas verla. Volteó a verla, tenía unas pequeñas vendas en sus manos, se le hizo extraño.

-¿Qué te pasó?

-Shimura-san.- Se acercó una maestra.- Hay algo de lo que tenemos que hablar ¿Quieres decírselo tu, June-chan?

Tenko miró a la niña, no era difícil hilar los cabos. Se agachó de cuclillas y con una sonrisa casi inconsciente miró a su pequeña.

-Pa... Hoy en el recreo.- Soltó una risita.- Apareció mi quirk... ¡Es de fuego!

Sus ojitos se iluminaron, su sonrisa se extendía de oreja a oreja, y se sentía profundamente una felicidad plena. Eso era una magnífica noticia. Aunque no pudo evitar preguntarse sobre las heridas.

-Dígame que esas heridas... No son a causa de su quirk.- Preguntó a la maestra.

La mujer asintió.- Lo son... Pero es normal, los niños de estos días suelen tener poderes muy fuertes, hasta que aprenden a controlarlos es difícil no lastimarse en el proceso.- Ella traía una sonrisa, eso le producían calma al mayor.- Aún así, debido a la naturaleza del quirk de June-chan sería mejor que se tomara una semana o dos para aprender a controlarlo en casa o con algún especialista. Solo para evitar accidentes.

Tenko sonrió de lado y tomó la mano de su hija. Ambos se inclinaron levemente para saludar a la maestra quien hizo exactamente lo mismo y se despidieron.

-Ya quiero decirle a papá ¿Crees que se pondrá feliz? Tengo su quirk.- La niña se reía, esa sonrisa no abandonaba su cara, se sentía tan feliz y emocionada que no podía contenerse.

El padre asintió.- Papá lo amará.

No era mentira, estaba seguro que Touya saltaría de alegría al saber que su hija había despertado su quirk. Sin embargo, no estaba muy seguro de cómo reaccionaría al saber que dicho quirk era de fuego, tal como había predicho Enji. Que hombre desagradable, estaba a kilómetros de distancia y aún así no dejaba de cruzarse por su cabeza cuando hablaba de su hija o de su esposo.

Llegaron a la casa. Tenko dejó las llaves, los cigarrillo y su teléfono sobre el mesón. Se adelantó a poner leche a calentar en el microondas acompañado de una cucharada colmada de chocolate en polvo. June adoraba el chocolate y los postres, de hecho era un tanto difícil hacerla comer cosas más saludables y aunque él buscaba todas las alternativas que el Internet le ofreciera para alimentarla adecuadamente parecía que ella se daba cuenta hasta cuando los panqueques tenían harina de avena y cuando no.

All for Them [Shigadabi/Dabishiga Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora