⌗23: Baby, don't worry!¡

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Satoshi | Bungō Stray Dogs¡! original fanfic 🗒️ ;;

[ 👨‍👨‍👦 : " Cuando la vida está vacía, sin un mañana

Y la soledad empieza a llamar

Cariño, no te preocupes

Olvídate de tu dolor "

📎# [ "That's the way it is" , "Celine Dion" ]

| シ︎ capítulo 23

—> 900 palabras

Aquellos que anteriormente estaban luchando contra Shariyar o informando en la cafetería se encontraban ahora en un hospital —a excepción de Hirotsu, que se había ofrecido a llevar al hombre enemigo a la Port Mafia para que el resto pudieran ir al...

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Aquellos que anteriormente estaban luchando contra Shariyar o informando en la cafetería se encontraban ahora en un hospital —a excepción de Hirotsu, que se había ofrecido a llevar al hombre enemigo a la Port Mafia para que el resto pudieran ir al hospital—, a la espera de noticias sobre el estado de Chūya.

Kunikida, que era el que había acompañado al mafioso y a su marido al hospital, lo único que pudo decir al respecto fue que Chūya estaba otra vez en el quirófano, lo que preocupó a varios, en especial, a la doctora Yosano.

Satoshi estaba sentado al lado de Ranpo, que se encontraba con sus brazos cruzados sobre el pecho. El niño se llevó una mano al pecho, notando dolor en éste. De pronto, escuchó la vocecilla infantil que escuchó la otra vez. «Ayúdame», decía de nuevo.

El pequeño cerró sus ojos, y visualizó la imagen de una luna llena. Segundos después, abrió los ojos y se desplomó al lado de Ranpo al mismo tiempo que exhalaba un corto suspiro.

El detective notó el peso del crío sobre él, por lo que abrió los ojos para ver si se había dormido, descubriendo con horror sus ojos vacíos, sin ningún tipo de luz, sus labios blancos y secos entreabiertos y la falta de aliento, al igual que la falta de movimiento en su pecho.

¡Eh, eh, eh! ¡Chaval, Satoshi!—Ranpo sacudió el cuerpo inerte de Satoshi, pero el niño no se movió de su posición.

El detective frunció el ceño y tumbó al pequeño en el suelo, llamando la atención de todos.

¿Qué ocurre?—preguntó Yosano.

¡El crío no respira, y no reacciona cuando lo llamo!—chilló el Edogawa, con los nervios a flor de piel.

Akiko abrió los ojos como platos antes de arrodillarse frente a Ranpo. Cuidadosamente, revisó los vitales del niño, descubriendo que, si bien no respiraba, su corazón seguía latiendo, aunque lentamente.

No, no, no, no...—la doctora colocó sus manos sobre el pecho del niño e inició una RCP, con la esperanza de reanimar a Satoshi. Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas al ver que no obtenía resultados—. Por favor, por favor. Nakahara y Dazai-san ya perdieron un niño, y no sabemos si perderán también a éste. Por favor, no te mueras tú también—susurró.

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