Historia precuela/secuela a mi historia "Niñeros".
-@MGGBBRAE
FSF |
❝ ¿Crees que además de la familia
existe algo por lo que valga la pena
sacrificarlo todo?❞
━━━━ ¿Cómo pasaron Chūya...
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—Sigo pensando que esto es ridículo, Mori-san—dijo Chūya mientras sonreía y se tapaba el rostro con su mano, cubierta con un guante blanco.
—Oh, para nada. Una recepción organizada para simular la que no tuvisteis cuando os casasteis es lo que necesitábamos después de todo este lío y sufrimiento—contestó el líder de la Port Mafia mientras hacía que el pelirrojo se sentara en una silla, colocada frente a la mesa central de aquel lugar que había reservado para la ocasión.
Dazai, que ya se encontraba en la silla continua, sonrió a su esposo y rió levemente, lo que hizo que se ganara un pequeño golpe en el hombro.
—¿Tú no piensas que esto es ridículo?—preguntó el mafioso mientras se acercaba al castaño.
—Si no lo hubiera organizado Mori-san, no me lo parecería—contestó el detective mientras volvía a reír.
Chūya sonrió de nuevo antes de darle un pequeño pico en los labios al contrario.
—¡Papi, papá!—Satoshi se acercó a la mesa con Satoko en brazos. Ambos niños iban vestidos elegantemente; Satoshi con una especie de esmoquin infantil de color negro y Satoko con un vestido color crema—. Dice Mori-san que esto es una fiesta por vuestro compromiso. ¿No estáis ilusionados?
—Mhm, depende de lo que suceda el día de hoy estaré ilusionado o estaré aburrido—respondió Dazai mientras miraba a su hijo—. Espero reírme un rato cuando la gente se suba a la pequeña pasarela frente a las mesas para decir unas palabras a los novios.
—¿Y por qué te reirías?—preguntó Satoshi al mismo tiempo que aupaba mejor a su hermana menor, que trataba de escaparse de sus brazos hacia el césped.
—Eso lo descubrirás en el momento en que suceda, Chibi—Dazai acarició los cabellos de su hijo, que frunció los labios, confundido.
El niño suspiró miró a su hermana y dijo:
—Venga, Toko-chan, vamos a jugar con Jane-chan, Yasushi-chan y Ai-chan—acto seguido, el niño se alejó de la zona, dando pasitos cortos.
Conforme caminaba, por su mente pasó una vez más el recuerdo de lo acontecido hacía un par de días, cuando su familia fue a ver a la de Sherezade.
