Chuuya y Albatross ෆ!

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Nota; ¡No es un ship!

Nota; Hagan más fanarts de estos dos😔

Advertencias; Pérdida de seres queridos, mencion a temas sensibles.

Sin más, espero que les guste 💕

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Los sonidos de una risa ruidosa y gritos eran silenciados por la gran velocidad en la que la moto roja, poco a poco en aumento, borraba mientras que la luna era la espectadora de aquél caótico dúo de jóvenes, cuyos destinos quedaron entrelazados en aquel día dónde se conocieron, encontrándose sin antes haberse buscado. La noche de navidad, aquel día tan esperado por los niños, y los adultos y adolescentes que aún se negaban a madurar y dejar atrás la etapa que tanto marco sus vidas.

—¡Ve más lento idiota! —Chilló Chuuya mientras se aferraba al cuerpo de Albatross.

—¡No seas miedoso Chuuya! ¡Pareces una niñita! —Dijo Albatross con diversión, mientras que aceleraba más la velocidad de la moto.

—¡Sí sigues así te vas a morir imbécil! —Gritó Chuuya mientras cerraba sus ojos. No era la velocidad lo único que lo asustaba, si no que los movimientos erráticos de la moto, la cual se mecía de un lado a otro, amenazando con caerse

—Sé hacer estar cosas. ¡Además soy muy bello y jóven como para morir! ¡Mis fans llorarían sí eso pasará! —Dijo Albatross con una sonrisa en su rostro.

—Eso no va al tema, tonto cabeza hueca! —Dijo mientras se aferraba al cuerpo del mayor como si su vida dependiera de aquello, bueno, realmente en parte sí.

—Ey, para la siguiente curva me partirás a la mitad de tanto que me aprietas. Relájate, pareces un gatito asustado así. Mira la cuidad. —Dijo Albatross mientras la misma sonrisa divertida yacía en su bello rostro.

Chuuya solamente se fijó en la última oración de Albatross, ya sin ganas de gritar, cuyos gritos serían callados por el fuerte viento. Sus ojos azules se iluminaron ante la vista; Las luces cubrían y decoraban la ciudad nocturna. Las luces cubrían la ciudad, más no eran más que un reflejos de sus creadores, la luna y el sol. La ciudad recibía gustosa y agradecida la luz artificial pero bella de las luces, quienes embellecen y alumbraban la ciudad nocturna, brindando la belleza que tanto la caracterizaba en sus amplios metros. Las luces no eran más que un reflejo, destinado a cubrir con su belleza las calles cubiertas de sangre oculta, la misma que fue derramada por aquellas hombres y mujeres, quienes deseosos de venganza y violencia, se disponían a bailar el grotesco baile de la masacre, gravidos* de salvajismo y ira, casi primitivos.

—Ah...

—¿Sin palabras? Así quede yo cuando ví l vista por primera vez. Siempre vengo aquí cuando me siento perdido o triste, es un buen consuelo. Pero como estuviste de llorón todo el camino dudo que te acuerdes. —Se burló el rubio mientras hacia una leve mueca burlona en su rostro.

—No estuve de llorón! ¡Tú estuviste de maniático! —Se defendió Chuuya, ahora despegando su rostro de la espalda de Albatross. Sus ojos admiraban la ciudad, cuya belleza era suficiente para calmar y tranquilizar su temperamento. Era una bella forma de consuelo y tranquilidad, tal y como dijo Albatross.

El rubio simplemente rió, volteando a ver al menor. Una sonrisa cariñosa se formó levemente en sus labios al observar el rostro tranquilo, el mismo que pocas veces logro observar, detallando la belleza de la ciudad. No quiso decir nada más, sabiendo que la tranquilidad de Chuuya podría ser arruinada por sus palabras, por lo que simplemente se concentro en seguir adelante en la carretera. Tarareo con suavidad una canción*, que fue silenciado y llevado por la brisa nocturna, más Albatross estaba feliz de compartir con la solitaria brisa, por lo que su voz nunca se detuvo. En un par de minutos Albatross detuvo de repente la moto.

—¡Ahhh! —Chilló Chuuya, quién saltó y se golpeó con la espalda del mayor gracias a la repentina parada. —¿¡Que fue eso!? ¡Idiota! —El grito de Chuuya se hizo presente mientras se sobaba la frente, aparentemente dolido por el golpe que se dió.

—Así es más divertido. —Explicó con una sonrisa Albatross mientras bajaba de la moto y no parecía afectado. Al parecer ya se acostumbro a hacer estás cosas

—Eso no tiene sentido! —Mientras era alzado en el cuerpo del mayor, se quejó en voz alta.

—¿Y no quiere un café la princesa? —Se burló Albatross mientras dejaba el cuerpo de Chuuya en el suelo después de haberlo cargado para ayudarlo a bajarse.

—Cállate, yo nunca te pedí que me ayudes! —Dijo Chuuya mientras se sonrojaba y se sacudía las ropas, para después acomodarse su cabello naranja, el cuál se había desordenado e inflado por completo. —¿Cómo es posible que tú cabello esté perfecto!?

—Eh, Pantene? —Dijo Albatross mientras reía, empezando a caminar sin esperar a Chuuya. —Vamos, o te dejare aquí.

—Mejor, así me robo tu moto. —Diría con una sonrisa burlona, señalando a la gran moto roja.

—No creo que llegues tan siquiera a tocar el pedal con tu tamaño. —Contrarresta Albatross con la misma sonrisa burlona, ahora sacándole la lengua.

Chuuya se sonroja con enojo, para después gritar y correr para alcanzar al mayor —¡Cállate!

—Callame. —Dijo Albatross mientras reía.

Chuuya rápidamente se lanzo a patear a Albatross, iniciando una pequeña pelea. La misma en la que venció Albatross. El rubio revolvió el cabello naranja de Chuuya mientras reía, sin decir nada más que una sonrisa de suficiencia. Chuuya se trago el orgullo, sin decir absolutamente nada. El mayor guío a Nakahara hasta llegar a una pequeña colina con la vista completa de toda la ciudad. Los ojos de Chuuya se iluminaron mientras intentaba formular palabras.

—Sentemonos. Lindo, no? —Pregunta mientras se sentaba en el suelo de la colina, palmeando el lugar a su lado.

—Sí. —Dijo con simpleza Nakahara, enamorado de la belleza de la vista.

Sentados en silencio observando las Estrellas, las mismas que fueron testigos de su amor fraternal e incondicional, el cuál que sobrepasaba algo tan común como la muerte. El paso de las horas hizo que poco a poco Chuuya cediera al sueño, cayendo dormido mientras abrazaba el cuerpo cálido y protector del mayor, quién peinaba sus cabellos naranjas mientras seguía contando las estrellas, recostado en el suelo. El amor que nació entre aquellos dos jóvenes era mucho mayor a que un simple cariño, Albatross entregado al deseo de protección y amor infinito, se fortalecía y estaba dispuesto a dar su vida por aquél chico que hace unos meses conoció. El tiempo fue corto, más su amor fraternal opaco el tiempo, ya marcado y sentenciado. El amor que duraría incluso después de la muerte.

—.... —El silencio y el último regalo de Albatross era la única compañía de Chuuya, a sus ahora 22 años, sentado mientras la moto roja descansaba a unos centímetros de él. Aquél metal rojo frío no era para nada igual a Albatross; Cálido y se carte y huesos, más sentía la, ahora borrosa y solitaria, presencia de su amigo y hermano. A quién prometía y cumpliría recordar y atesorar por el resto de su vida. Al igual que aquellos miembros de su pequeña y caótica familia. Aquél que fue, aún carente de sentimientos y humanidad, su gran y admirable hermano mayor; Adam.

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Lloro 😭

*Gravidos; Cargado, repleto. Es como decir "lleno" pero de otra manera. También se puede usar para una mujer embarazada XD

*No m acuerdo la verdad sí Albatross era un modelo o un cantante. solamente me acuerdo que era famoso mientras vivía.

Bungo Stray Dogs! ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora