Desesperado, los palabras rayadas sobresalían de la hoja, desgastada como la paciencia y temperamento del rubio que escribía, no paraban sin llegar a ni un único resultado.
Notando el tenso aire alrededor de Kunikida, en dudoso Atsushi comenzó a hablar; Preocupado por el excesivo estrés que su superior presentaba. —¿Ocurre algo malo, Kunikida-San?
Dirigiendo su atención hacia el menor, simplemente negó. —No, no exactamente. Es mi aniversario con mi novia, ____, por lo que según...
—“Olvidarse de una fecha importante, como un aniversario, cumpleaños, etc., es un acto desleal.” —Se adelantó Dazai, con sus labios curvados en una sonrisa tonta; Casi burlona.
Después de unos segundos de dejar a los mayores discutir infantilmente, Atsushi volvió a tomar la palabra con una gota de sudor en su frente. —¿No se le ocurre una idea para el regalo de la señorita ___?
Un poco repentinamente, la dulce voz del más jóven de esa sala en ese momento hablo. —Yo creo que deberían ser flores, las flores son bellas y únicas. Creo que a la señorita ____ les encantaría.
Kunikida negó mientras reprimía una sonrisa enternecida por Kenji. —Es buena idea, tan solo que suelo regalar flores a ____ la mayoría de días. Ya no sería especial; No a la altura de ella
—Oh, Kunikida-kun que romántico! —Dijo dramatico Dazai.
—¡Cállate y mejor ayuda una única vez, holgazán! —Lo golpeó Kunikida, probando una risa en todos en la sala menos a él mismo.
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Horas después, mientras el sol se marchaba, Kunikida yacía arreglando su corbata para aliviar sus nervios, reposaba su peso en su pierna trasera mientras esperaba a su amada prometida. Entre sus grandes manos se encontraba una fina caja envuelto con un moño rosado con unas iniciales, las de ____.
—¡Ah, perdón! ¿Te hize esperar mucho? —Preguntó eufórica ____, quién tuvo luchar contra el tiempo gracias al tráfico en la carretera.
El de lentes se limitó a negar, tranquilizando a la jóven de su misma edad. —No, justo a tiempo. —Mintió, con una sonrisa dulce que solo mostraba a ella.
«A los lejos, ocultos de la visión de los enamorados, tres jóvenes hombres observaban la escena.
—¡Crecen tan rápido!
—Dazai-San, tienen la misma edad. —Dijo Atsushi mientras reprendía a Dazai tímidamente.
—Yo creo que son lindos. —Terminó la pequeña conversación Kenji, feliz al ver a la pareja.»
—Es extraño que me llames a esta hora, pensé que nos veríamos en el departamento. —Dijo la chica con sospecha, sabiendo que algo ocultaba.
Kunikida asintió, desviando la mirada mientras extendía la caja. Después volvió su mirada hacia una confundida ____, por lo que junto sus manos y hablo. —Feliz aniversario, ____.
Después de unos segundos en silencio, las palabras de ___ resonaron incluso a los chicos que se ocultaban. —Oh, pero sí es el próximo mes. —Dijo riendo, sonrojandose mientras sus ojos yacían iluminados de puro amor.
Cómo si le hubiera caído un balde de agua fría, Atsushi y Kunikida, con este último con los lentes cómicamente bajos, quedaron sin palabras. Mientras que Dazai rió ante la desgracia de su compañero y amigo.
—Oh, que tontito. —Dijo Kenji mientras sonreía inocentemente, tan radiante como siempre.
—"¿Próximo mes?" —Dijo Kunikida, abriendo y revisando las hojas de su manual de vida, buscando respuestas.
Solamente la mano que apartó la libreta de sus manos logró llevarlo a la realidad, encontrándose con ____ que retiraba la libreta de sus manos. —Esta bien, no todo saldrá bien siempre. Solo confía en mí, como yo confío en tí.
Y casi por primera vez, dejo su libreta para confiar su futuro a aquella joven a la que decidió unirse para siempre.
Junto sus manos, acercaron sus labios para un beso, amoroso y educado, sin sobrepasabar límites; Solamente demostrando amor.
En su, talvez, único y último aniversario.
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