Sisi, ya se qué uno me pidió de Soukoku, pero otro me lo pidió antes y ya lo estaba empezando, disculpa por si acaso. Tenía muchas ganas de hacer de estos dos y más encima con esta canción 😭
。□ °- Canción; "All i want is you", derechos al creador de la canción.
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┌ "-I got mental issues, tons of bloody tissues all of over my room."
-"I need to clean them up." ┐
Pasaron varios días enteros desde la última vez en la que aquel extrovertido castaño ingreso al edificio de la agencia de detectives armados, provocando confusión y duda entre los miembros de la misma agencia. Dazai no era el hombre más responsable del mundo, ni nada que se le asemejaba, más su ausencia era algo totalmente opuesto a la rutina constantemente animada por las payasadas del castaño, una presencia problemática pero entretenida. Debido a esto Kunikida, cubriendo su preocupación por la obligación y deber de proteger a su compañero, estaba parado frente aquella puerta de madera, la que parecía pudrirse gracias a la tristeza y oscuridad que que traspasaba de la habitación. Ni siquiera quería saber como estaba adentro. El sonido sordo de los golpes sutiles en la puerta advirtieron la negativa del castaño, quién al otro lado estaba entre la vida y la muerte, lo bueno y lo malo, una lucha interna, la que en silencio destrozaba todo a su paso.
Kunikida suspiro frustrado, recurriendo, tal y como siempre solía, utilizar aquél cuaderno; Su vida e ideales, su propósito y futuro.
Al entrar, un olor nauseabundo inundó sus fosas nasales, olor a tristeza y soledad. En la habitación se hallaba envuelto en un vacío y oscuridad que presente en el aire era casi afixiante. Incontrolables botellas y pastillas rodeando el suelo, una cerveza a medio tomar en la mano del castaño, quién abrazaba una camisa negro grisaseo con rayas blancas. No llevaba una camisa, únicamente los vendajes, con ahora cubiertos de sangre en la cintura y especialmente los brazos, de los que descendían mares carmesí que se filtraban entre las vendas. Toneladas de pañuelos sangrientos esparcidos entre toda la habitación formando una alfombra roja a los pies de ambos. Una botella rota y un cuchillo cubierto por sangre dejaba en evidencia el acto, silencioso y doloroso, buscando un alivio que nunca sería encontrado.
-Dazai... -Susurró viendo al castaño, talvez esperando que todo esto era una simple broma y un acto para molestarlo.
El castaño lo volteó a ver, apesar de las pastillas, el alcohol y los cigarrillos, su mente parcialmente lucida reconoció la voz sin más. Los ojos de Dazai se veían cansados al igual que su aspecto, cansando de su vida y su pasado, deseando la muerte y el renacimiento. Talvez borrando sus pecados con la muerte, una vida no bastaría para compensar todos sus pecados. Únicamente encontraría alivio en el descanso, en la muerte; El fin de una vida manchada de sangre y golpes, una oscuridad de la que siempre fue parte, inclusive desde niño. Parece que toda la vida a esta marcado, desde niño su destino fue sellado, después de 22 años, Dazai, ahora indigno de ser humano. Un dolor convertido en violencia, un desahogo convertido en tortura.
-Vete. -Suplico mientras se limpiaba las lágrimas y se acomodaba. Parecer indefenso siempre fue su mayor debilidad.
-Sabes que no lo haré. -Arreglo sus lentes en lo que sus ojos analizan la habitación.
-No necesito la pena de nadie, vete. -Agarró la copa, tirando sin destino hacia el más alto, su desesperación no le permitía pensar coherentemente. Se mordió el labio, el esfuerzo había abierto aun mas las heridas que él mismo había provocado.
Kunikida esquivo con facilidad el vaso, que sin interés en el siguió su trayecto hasta estrellarse y romperse. Contuvo su molestia debido al estado de su compañero, lanzando un suspiro frustrado mientras chasqueo la lengua. -Dejame ayudarte.
-¿Ayudarme? Tengo problemas mentales*, tan solo mira este agujero, hay toneladas de pañuelos sangrientos por todo mi habitación. ¿Vas a ayudarme? -La voz de Dazai era fría al igual que su mirada, una expresión que Kunikida nunca pensó que su infantil compañero.
-Claro que lo haré. Necesito limpiarlos. -Su voz sin vacilar formuló la respuesta. Se agachó a la altura del castaño, sacándose los lentes para mirarlo a los ojos.
Dazai siempre fue alguien desvergonzado, sin pena ni vergüenza. Agarro la corbata del mayor, jalando hasta que sus labios se encontraron en un beso necesitado, de amor y afecto. El mayor después de un rato correspondió al beso, colocando su mano en la nuca de Dazai. Sus lenguas danzaron entre la melodía pasional de un amor que acababa de coronarse, entre la sangre y el deseo.
Vendas y pañuelos teñidos de carmesí, alcohol y cigarrillos, sangre y lágrimas, cicatrices y quemaduras, castaño y rubio, era los únicos dúos entre aquellas paredes, quiénes en silencio se complementaban. Nacieron de una misma rama, unidos por el propósito de su creador, entre la luz y oscuridad, fieles a sus complementarios. En ningún momento se separaron, deseosos de más, el deseo acumulándose junto a aquellos pañuelos a sus pies.
-Dazai... Necesito ir a limpiar primero. -Entre susurros pesados Kunikida logro terminar de hablar.
-También puedes limpiarme a mí. Hay sangre en mi cuerpo todavía. -No tenía ninguna expresión en su rostro, imposible saber de que forma lo dijo.
-Y alcohol. -Culminó Kunikida, alzando a Dazai entre sus brazos, dirigiéndose hacía el baño.
Los ojos del castaño seguían oscuros, más una pequeña risa temblorosa salió de sus labios, dejándose por el cuerpo del mayor. Cerró sus ojos mientras cedía ante el cansancio y alivio, después de tantas lágrimas, sangre y sustancias, su mente encontró alivio entre los brazos de Kunikida, de su amor y afecto.
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*No veo a Dazai diciendo eso pero necesitaba poner la frases de la canción XD
Aaa, desde que ví Bsd por primera vez me imaginé a estos dos con esa canción 😔
Ya se qué uno me pidió de Soukoku, pero otro me lo pidió antes y ya lo estaba empezando, otra disculpa 😔