Año 2016.
Kristen.
Varias lágrimas se escapan de mis ojos cuando veo a Cristal salir de la mansión de los Walker, está despeinada, con su ropa mal puesta. No hay que ser un genio para descifrar la clase de cosas que estuvo haciendo con Ethan.
Me siento estúpida. Porque realmente llegué a creer que él y yo compartíamos un vínculo especial. Pero no, solo fui una más del montón; de las tantas tontas que trae a su casa, para manosearlas dentro de su piscina.
Lo odio, o al menos trato de convencerme de eso, mientras advierto como el corazón que procuré proteger, acabó roto de igual modo, y duele, ¡maldición!, esto duele mucho.
Mamá me habla. Dice que es normal que los hombres se comporten de ese modo...
—¿Qué esperabas, Kristen? —expresa—, el jovencito tiene sus necesidades sexuales y tú, sigues haciéndote la difícil... Hazme caso, cariño. Mañana, cuando lo veas en la escuela, pórtate como si nada hubiera ocurrido, sé cariñosa con él y no hagas un drama, de ese modo se dará cuenta de que no eres una melindrosa como las otras, sino una «chica cool».
Ella está muy entusiasmada con mi relación, quiere que Ethan y yo formalicemos, aunque no por mi felicidad sino por el estatus social que tienen los Walker.
Liam Walker, el padre de Ethan, es un empresario muy influyente en la costa oeste de los Estados Unidos, y tiene inversiones en el extranjero. Aunque nadie sabe realmente a que se dedica, y ha habido rumores, que lo asocian con traficantes y delincuentes... Aunque eso no le importa a mamá, ella dice que el dinero una vez que entra a las cuentas bancarias y se puede gastar en las tiendas de Beverly Hills se hace limpio. Es codiciosa y superficial. A veces no entiendo cómo es que un hombre como papá, sensible y honesto, se enamoró de ella.
Recibo varios mensajes de texto esa noche, son de Ethan, y no le contesto. Lo dejo en visto, utilizando la indiferencia como venganza.
No quiero volver a hablar con él, ni verlo, sin embargo, resulta inevitable. Ya que estudiamos en el mismo instituto y vivimos uno al lado del otro.
Él me aborda, se me acerca cuando estoy guardando mis pertenencias dentro del casillero. Es la primera vez que se atreve a hablarme en frente de sus amigos del equipo de futbol, que nos observan.
—¿Qué quieres, Walker? —espeto, con hostilidad—, y habla rápido, que tengo que ir a una clase...
—Sé que estás molesta, porque viste a Cristal saliendo de mi casa el otro día, pero...
—Ella no ha sido la única, ¿cierto? —refuto, aunque ya estoy convencida de su deslealtad—, ¡claro que no!, por eso es que me pedías que no le contase a nadie que estábamos saliendo, querías mantener tus opciones abiertas; poder seguirte acostando con las porristas, las miembros del coro, las del equipo de natación, gimnasia... ¿He dejado alguna especialidad fuera de tu lista?
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Summertime Sadness
RomanceLa vida de Kristen dio un vuelco el día en que su novio falleció. Sus compañeros del instituto la responsabilizaron de la tragedia y tras la graduación, ella se largó del pueblo, pero, 6 años después, al perder su empleo en la ciudad y tener problem...