6 Con rumbo a Zoria

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Como Daria lo dijo, salimos muy temprano del palacio. Creí que viajaríamos en carruaje, pero el rey ha dispuesto que este sea un viaje a caballo.

Nos encontramos en las puertas del palacio, donde se han reunido para el viaje la caballería y los comandantes que escoltarán al rey de regreso a Zoria.

Daria me señala uno de los caballos, es bermejo y tiene preparada una montura. Acaricio la crin del ejemplar para que me reconozca, parece dócil no respinga cuando me acerco. Me sujeto del fuste para impulsarme. La soldado me ha entregado una capa que cubre mi deteriorado vestido y roza mis talones, esto dificulta aún más mi cometido.

Después de un par de intentos, por fin logro acomodarme sobre el lomo del caballo. La expectante mirada de Daria me acompaña, montada ya en un caballo de porte firme de color blanco.

Me preocupa tener que viajar así, no soy una jinete diestra, espero que Zoria no esté tan lejos.

La cuadrilla de jinetes se alinea a la espera del rey, pero no son los únicos, junto a ellos hay varios caballos de carga colmados con baúles y otros objetos indistinguibles desde aquí. Me supongo que provisiones para el viaje y algo del tesoro real de Asteria.

Aun no aparece el sol, por lo que no puedo distinguir más allá de lo que me ofrece la luz de las antorchas.

De pronto, Kirian el hombre de la máscara aparece, seguido de un séquito de hombres. Uno de ellos con la voz ronca y trepitante declara "Su majestad nos haremos cargo de lo que ha confiado en nuestras manos y le mantendremos informado, no tendrá usted motivo de querella". A lo que el rey responde "Eso espero mis lores, porque bien es sabido que soy hombre de poca paciencia". Los hombres se miran entre sí y le desean buen viaje.

El rey monta su caballo con destreza haciéndolo parecer tan sencillo. El animal, un pura sangre azabache, al sentir la fusta de su amo emprende el galope. Lo siguen sus comandantes, incluida Daria que me lanza una mirada para que haga lo mismo. Detrás de nosotros los caballos de carga guiados y custodiados por la caballería siguen la marcha, cuadrilla tras cuadrilla emprendemos el viaje a Zoria, el reino desconocido.

El rey de hierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora