Martes, 30 de octubre de 1973
Remus, por muy genio que fuera, había descifrado el código de su hechizo de cambio de palabras. Sirius había ayudado un poco, y James y Peter habían intentado colaborar también, pero al final, todo había recaído en Remus. Habiendo descubierto el hechizo, pasó el resto de octubre tratando obsesivamente de perfeccionarlo, y con la fiesta de Halloween de Hogwarts a la vuelta de la esquina, estaba en un frenesí.
- Está bien, Moony, todos sabemos lo que estamos haciendo. - Le aseguró James, cuando regresó de una práctica nocturna de quidditch y encontró a Lupin murmurando para sí mismo sobre uno de sus gigantescos libros.
Sirius y Peter entraron detrás de James, sacudiéndose el agua de sus túnicas; habían bajado a ver la práctica de quidditch y quedaron atrapados en la lluvia. Con el sol poniéndose más temprano y el clima cada vez más frío, Remus normalmente se negaba a unirse a ellos; su lugar en el banco había sido felizmente ocupado por Mary, quien a menudo acompañaba a Marlene para observarla. Al principio, Sirius no estaba muy seguro de cómo sentirse acerca de este acuerdo, pero Mary había crecido con él. No era tan quejosa como Peter, y sonreía y asentía intensamente cada vez que Sirius se inclinaba para explicarle algo sobre quidditch. Ella era una muy buena oyente.
- Creo que deberíamos probarlo -, dijo Remus con ansiedad. Sirius se sacudió las gotas de agua de su cabello, lanzando un hechizo de secado primero sobre sí mismo y luego sobre James.
- Oh, no. - Peter se cruzó de brazos. Sirius se inclinó y le dio unos golpecitos en el hombro con su varita, secando su túnica también, - No seré tu conejillo de indias esta vez. ¡La última vez no pude deshacerme de ese mechón de pelo púrpura durante semanas!
- Me había olvidado de eso -, dijo Sirius, recordando, - Eso funcionó muy bien, una vez que descubrimos los problemas.
- Pruébalo en él. - Peter le señaló a Sirius con un dedo, - Es su turno.
- No te quejes, Pete -, Sirius puso los ojos en blanco y se dejó caer en la cama, - Pruébalo en mí, Moony, no soy un cobarde.
- Está bien, está bien -, Remus apuntó con su varita. Sirius se puso de pie.
- Espera, ¿quieres hacerlo ahora?
- Bueno, cuanto antes mejor...
- ¿Qué pasa con el contra-hechizo?
- Sí, estoy bastante seguro de que lo tengo resuelto. - La sonrisa críptica que se extendió por el rostro de su amigo no fue ni en lo más mínimo reconfortante para Sirius.
- Oh, por el amor de Dios -, suspiró James, quitándose su kit de quidditch, - Hazmelo a mí, Lupin, no me importa. Sólo que no quiero decir ninguna de las palabras de esa horrible lista tuya. ¿Puedes hacerlo por otra cosa?
- Si quieres -, Remus se encogió de hombros.
- Sí, sobre esta lista, Moony... - Sirius la cogió de la mesita de noche, frunciendo el ceño.
- ¿Qué?
- Bueno... es realmente larga.
- Lo sé, - Remus levantó una ceja, - ¿Cuál es tu punto? Son todos insultos para los que no son sangre pura, ¿no?
- Sí -, respondió Sirius, incómodo, - Sí, lo son, pero, eh... bueno, no pensé que hubiera tantos. Nunca los había visto todos escritos así. Y de todos modos, ¡¿dónde escuchaste todo esto?!
- ¿Dónde piensas? - Dijo Remus, mirándolo desafiante a los ojos. Levantó un poco la barbilla, desafiante, y dijo: - No seas una niña al respecto, Black, no me molesta.
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All The Young Dudes (Sirius' version)
FanfictionHola! Esta es solo una traducción del fanfic con el mismo nombre escrito en inglés por Rollercoasterwords, todos los derechos le pertenecen. Esta traducción la he hecho con mucho cariño con investigación acerca de los distintos significados que sólo...