Primer año: La Primera Desaparición

115 22 2
                                    

(Las frases subrayadas en la carta son cosas que escribió y luego prefirió eliminar)


Querido Reg, 

¡Saludos desde Hogwarts! Se siente raro escribirte una carta. Las clases no comenzarán hasta el lunes, por lo que a todos nos han dado algunos días para "adaptarnos". ¡Todo es increíble aquí, no creerías el tamaño del lugar! Y Bellatrix no estaba mintiendo sobre las escaleras móviles, en realidad sí se mueven. A todos nos tuvieron que dar mapas para que no nos perdiéramos. 

¿Han dicho mamá o papá algo sobre

Sirius Black estaba pasando el mejor momento de su vida. Nunca antes se le había dado rienda suelta para hacer lo que quisiera con su tiempo: sin restricciones ni reglas, sin padres vigilantes, sin lecciones programadas ni reuniones sociales. Por supuesto, había límites en Hogwarts; los profesores vigilaban a los estudiantes, advirtiéndoles que no hicieran travesuras. Pero ciertamente no se parecían en nada a los padres de Sirius. Cuando el profesor Flitwick los atrapó a él y a James lanzando bombas de estiércol a lo largo del corredor de Slytherin, solo confiscó el contrabando y les dio una reprimenda amable, aunque severa, antes de despedirlos guiñándoles un ojo.

Sirius se sentía mareado con su nueva libertad. Pasaba los días corriendo por el castillo con James, explorando todos los lugares de los que había oído hablar a sus primas. Por las tardes, jugaban partidas de ajedrez, o gobstones o chasquidos explosivos en la sala común de Gryffindor, charlando con sus compañeros de clase.

Y hablaban. Hablaban de cualquier cosa y de todo. Sirius nunca había tenido un amigo como James Potter, que podía igualar su rápido ingenio y hablar de Quidditch durante horas sin aburrirse. Podían seguir hablando durante años, hasta que a veces se sentían como si estuvieran en su propio mundo privado, en algún lugar en el que nadie más podía irrumpir. 

[No era solo su acento, sino lo que decían. Remus había crecido con adultos que constantemente le increpaban "¡cállate!", y con niños que te molestaban por ser un 'sabelotodo' si decías más palabras de las necesarias. James y Sirius hablaban como personajes de una novela; su lenguaje lleno de metáforas descriptivas y sarcasmo mordaz. Su rápido ingenio era mucho más intimidante que un puñetazo en la cara, pensó Remus, al menos eso terminaba rápidamente.] 

Por supuesto, esta situación no siempre le sentaba bien a Peter. El chico actuaba como si él y James estuvieran unidos por la cadera, siempre siguiéndolos y tratando de entrometerse en sus conversaciones. A James le agradaba, así que Sirius supuso que debía haber algo más en Peter que él no estaba viendo, pero maldita sea, era molestoso.

Ya he hecho algunos amigos, ¡hay tanta gente aquí! Creo que James Potter y yo vamos a ser los mejores amigos, él es de lo más genial, te agradaría. Me dijo que tiene una Nimbus en casa, el modelo más nuevo, y una vez que se nos permita traer escobas a la escuela, me dejará dar una vuelta en ella. Sé que mamá y papá dijeron que nos mantuviéramos alejados de los Potter, pero eso es una tontería, además, ellos también son sangre pura, así que realmente no veo por qué no

Remus era exactamente lo contrario. Mientras Peter los acompañaba a todas partes, involucrándose en todo, Remus actuaba como si los tres tuvieran algún tipo de enfermedad contagiosa. ÉL salía disparado con su mapa y su varita, desapareciendo en el castillo sin decirle nada al resto. Al principio, Sirius se preguntó si tenía otros amigos- pero cada vez que veía a Remus, el niño estaba solo y aún se sentaba cerca de ellos en la cena, aunque se mantenía unos asientos más atrás y no les hablaba. Cualquiera que fuera la razón, él había dejado muy en claro que no tenía la intención de ser amigo de ellos.

All The Young Dudes (Sirius' version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora