Me miré en el espejo de la tina y tenía dos enormes ojeras alrededor de mis cansados ojos. Eran el resultado de no haber dormido nada pensando en la amenaza de la vieja bruja.
Con las manos jabonosas, tomé el celular, dispuesta a marcarle al señor Liu para preguntarle sobre ella, pero decliné mi idea de inmediato en cuanto pasó por mi mente la posibilidad de que esa mujer fuera su familiar o, incluso, su novia.
Debía comunicarle el asunto al anciano, pero con el debido tacto para no quedarme sin trabajo.Al salir de la ducha, me percaté del ruido incesante del muñeco de Wing Chun de la sala y supe que mi némesis estaba allí.
Con pesar, recordé que sábado por medio el chino se quedaba en su hogar y se lo tomaba como día de descanso, lo que implicaría que estuviéramos juntos allí todo el día y me negaba rotundamente a esa tortura, más aún después de saber que el muy descarado tenía novia y aún así me había besado en el puente.
Esa razón era suficiente para quedarme encerrada en el cuarto todo el día ensayando en mi celular algunas partituras de las presentaciones de la semana entrante, pero rápidamente fui vencida por el aburrimiento y también por mis tripas que reclamaban algo de comida.
Aunque de orgullo no se vivía, no iría a buscar la bandeja con el desayuno que Wu Zhen me había dejado en la cocina.En consecuencia de mi apetito bestial, cuando eran las seis de la tarde, le envié un mensaje de texto a Lara.
Mujer sensual, avísame cuando salgas y dile a Haruki que te acompañe para que vayamos los tres a cenar al local de fideos que vimos hace algunos días. Te quiero.
No tardó nada en responder, pero hubiera preferido una respuesta algo diferente.
Bebé, Haruki trabaja hasta la media noche y no puede hoy, pero justo esta tarde iremos a cenar a la casa del maestro.
Chen está de cumpleaños, así que Wu Zhen lo invitó a beber té y comer fideos de longevidad.
¿No te dijo nada?
Bueno, de todos modos, nos vemos a las siete allá.Presioné con fuerza el celular y sin pensarmelo dos veces, fui en busca del asiático.
Estaba sentado en la banca del jardín, vestido con su mejor ropa y bebiendo té con absoluta tranquilidad.Entrecerré los ojos inyectados en furia y le hablé con fuerza, casi en un grito.
—¡¿En serio me odia tanto que no me invita a la celebración del cumpleaños del novio de mi mejor amiga, viviendo yo en su propia casa?! —caminé a pasos rápidos y me puse frente a él al tiempo que presionaba los puños— ¡¿Pensó que no me daría cuenta?!
Wu Zhen siguió sentado, alzó el rostro y resopló.
—¿Comió, señorita Mila? —preguntó con calma.
Abrí los ojos, sin dar crédito a su pregunta fuera de lugar en medio de la conversación y mi enojo.
—¡¿Es una broma?!
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𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐚𝐥 𝐝𝐫𝐚𝐠ó𝐧
RomanceMila Zhāng es una jóven y frustrada pianista, atormentada por visiones de una vida anterior y visitas fantasmales de una mujer extraña. Anhelando alcanzar sus sueños, y motivada por su mejor amiga, viaja a China, la tierra de sus ancestros, donde c...