Capítulo 30

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Fernando cargó a Leticia tomándola de la cintura, mientras ella reía emocionada.

L: Admito que me sorprendiste. Pero que linda sorpresa.

F: Caro y Tomás me ayudaron. Son mis cómplices.

Leticia los miró desde abajo y los saludó con la mano.

L: Me siento feliz, muy muy feliz. Es que, no quepo de la emoción, tu esposa, ¡tu esposa Fernando! Vamos a ser esposos. ¿Te lo imaginas?

F: Lo imagino desde hace años. No sabes cómo he soñado con este momento. Y hoy se cumple por fin. Gracias por aceptarme.

Leticia y Fernando se fundieron en un abrazo largo, fuerte y emotivo, permitiendo que sus cuerpos se saciaran de la necesidad que tenían uno del otro.
El resto de la tarde pasó bien. Entre risas, con Carolina y Tomás, y fotografías por todo el parque. Leticia no quiso decir nada pero seguía sintiendo que alguien los miraba y los seguía. Sin embargo, prefirió ignorar tal sensación.
Los Mendiola organizaron una linda cena, en familia, ya que Fernando les había notificado la noticia de que le pediría matrimonio a Leticia. Decidieron organizar la cena para celebrar juntos en familia. Teresita se encargó de cocinar ella misma, con ayuda de Juanita, su ayudante en la cocina. Además de la deliciosa cena, habría champagne.

Así se reunieron por la noche, con Tomás de invitado, por supuesto.

L: La cena quedó deliciosa. Gracias por este detalle.

Leticia sonreía feliz.

T: No tienes nada que agradecer hija. Lo hacemos con tanto cariño.

F: Mamá, papá... (Fernando tomó la palabra) Quiero pedirles formalmente la mano de Lety. Hoy le pedí matrimonio y ya ella aceptó. Ahora quiero que ustedes nos den su consentimiento para que nos casemos, ¿qué dicen?

H: Hijo, por supuesto que si. Nosotros estamos felices de que ustedes se casen. Claro que damos nuestro consentimiento y por supuesto, la mano de Lety, ¿verdad Teresita?

T: Claro que sí, felicidades hijos.

L: Gracias mamá, gracias papá. Les aseguro que haré muy feliz a su hijo, jijiji.

F: Y yo les aseguro que haré muy feliz a su hija (contestó Fernando).

To: Bien, ya que estamos todos felices y de acuerdo, ¿se podrá servir el postre, Teresita?

Todos rieron ante el comentario de Tomás.

Todos rieron ante el comentario de Tomás

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Los días pasaron volando. Leticia estaba de tienda en tienda con Carolina, viendo vestidos de novia. Ninguno le convencía por completo porque Leticia quería verse perfecta, quería impresionar a Fernando, quería que fuera algo inolvidable. Quería algo sencillo, pero muy lindo, fresco y novedoso.

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