Capítulo 22

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Fernando vió a Leticia desde lejos y corrió hacia ella y Aldo.
Leticia simplemente no lo podía creer.

L: Fernando, ¿qué hace aquí? (Preguntó ella al aire, porque realmente no esperaba recibir respuesta de Aldo)

A: ¿Cómo se atreve a venir aquí? (Aldo planteó otra pregunta, pero él si la dirigió a Leticia, esperando recibir respuesta)

L: No sé pero se dirige hacia acá.

A: Vámonos Leticia, no te merece.

Aldo la tomó de la mano, jalándola hacia la dirección contraria de donde venía Fernando, y la sacó a la calle.

L: Espera Aldo, no quiero ir.

A: Dije que vamos. Tu ahora estás confundida, no puedes pensar con claridad, pero por eso yo que soy tu amigo te tengo que ayudar.

Aldo detuvo un taxi de inmediato. Fernando se abría paso entre la gente tratando de alcanzar a Leticia.

L: Aldo espera, tal vez es algo importante.

A: No lo es. Fernando es un hombre CASADO, ya se casó con Marcia, vámonos, algún día me lo agradecerás.

Tal vez era el impacto, la preocupación o los nervios los que obligó a Leticia a subir al carro, sin saber que Aldo estaba hecho un volcán de furia.

L: ¿A dónde vamos?

A: Lejos de aquí...

L: Aldo por favor necesito hablar con Fernando. Vino hasta acá. Tal vez algo pasó.

Sin prestar atención, Aldo pidió al chofer que comenzara a conducir. Fernando alcanzó a ver que Leticia se había subido al auto con Aldo, y corrió tras el taxi, desesperado.

F: ¡Letyyyy! ¡Vuelveeee!

Esas palabras fueron las últimas palabras que alcanzó a escuchar Leticia hasta que perdió de vista a Fernando, que se quedóa media calle parado, desesperado por no saber a dónde iba Leticia, así que llamó a Carolina la cual se comunicó con Sara, y esta a su vez llamó a Aldo.

A: ¿Qué quieres Sara? (Contestó exaltado)

S: Aldo, ¿dónde estas? Necesito hablar con Leticia.

A: No se va poder, nos dirigimos muy lejos de aquí.

S: Me urge, tengo un problema personal.

A: ¡Me importa un cacahuate! Se muy bien que te pidieron que me llamaras, pero no te voy a decir nada y mas vale que no traten de buscarnos porque ella no quiere saber nada de Fernando. Díselo a ese tonto, y díselo a todos.

S: Aldo por favor estás tenso, pásame a Lety.

A: Ella no quiere hablar con nadie, adiós.

Aldo colgó el teléfono y siguió manejando mientras Leticia lo observaba con seria preocupación. Estaba como en shock, y tenía que medir muy bien sus movimientos.

L: ¿A dónde me llevas?

A: Nos vamos muy lejos Leticia, donde no podrán encontrarnos y seremos tan felices como planeaba. Lo hago por tu bien, para que estés tranquila, y seas muy muy feliz. No necesitas a Fernando, que además de oferecerte un amor malo y prohibido, solo te ha hecho sufrir.

L: ¡Yo no quiero irme!

A: Yo solo se que te amo Leticia, y no dejaré que te largues con el tonto de Fernando.

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