Los Ángeles, una ciudad bastante elegante. Llena de edificios, de propagandas, pero también de lugares pintorescos y propicios para el romanticismo. ¿En cuáles de esos lugares habría llevado Aldo Domenzaín a Leticia a paseos "románticos"? ¿Cuáles de esas calles habrían recorrido juntos? Seguramente varias de ellas. Fernando no pudo evitar sentirse mal al respecto. Cuánto tiempo habían desperdiciado, él y Leticia, por malentendidos, alejados y distanciados, mientras ella conocía a otro, a Aldo Domenzaín. Pero más le enojaba saber que Aldo no era la persona "buena" que aparentaba. Nada de eso, sino todo lo contrario, le había hecho daño a Leticia, la había manipulado, engañado y secuestrado. Pretendía obligarla a permanecer con él. Por eso quería verlo, tenerlo de frente y decirle unas cuantas verdades.
Fernando caminaba por lo largo de la calle pavimentada, buscando con la mirada el edificio del departamento de Aldo. No había sido difícil dar con el nombre de la calle y el departamento, pues Sara, que conocía bastante bien el lugar, le había otrogado la dirección, a regañadientes.
Cuando por fin dió con el edificio, no lo dudó y entró. Sin embargo, no fue necesario subir hasta el departamento, pues ahí en la recepción se encontraba nada más y nada menos que Aldo Domenzaín, a punto de subir al elevador. Pero Fernando se lo impidió.
F: Domenzaín.
Aldo volteó al escuchar su nombre. Indudablemente esa voz le parecía familiar.
Al: Fernando... ¿qué haces aquí?
F: Vine a ajustar cuentas contigo, Aldo.
Aldo lo miró desconcertado.
Al: ¿De qué hablas?
F: Tu lo sabes muy bien. Estoy hablando de lo que le hiciste a Leticia.
Al: Ya veo. Mira Fernando, prefiero no hablar de esto contigo, no eres el indicado.
F: ¿No soy el indicado? Te equivocas Aldo, soy el más indicado, porque amo a Leticia desde hace mucho tiempo, y porque ella es mi novia, mi prometida, mi futura esposa.
Aldo lo miró, desencajado.
Al: No te creo.
F: Ese es tu problema. Lo que quiero es que respondas por lo que le hiciste, desgraciado.
Al: Estás mal. Yo no le hice nada a Leticia. Fuiste tu quien la lastimó de la peor manera, principalmente al fijarte en ella, sabiendo perfectamente que era tu hermana. ¿Cómo te atreviste? Yo solo quería alejarla de ese mal sentimiento que tu representabas para ella. Te atreviste a ensuciarla de esa manera, ¿y dices que soy yo el desgraciado?
F: Leticia no es mi hermana.
Aldo miró a Fernando, con una mirada intensa.
En México, Leticia estaba inquieta. Esa rosa roja que había recibido se le hacía muy extraña. Además, esa sensación de que alguien la seguía constantemente. Estaba comenzando a sentir cierto miedo. No quería preocupar a su familia pero quizás era necesario decirles lo que estaba ocurriendo.
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La verdad oculta.
FanfictionLeticia: Una joven dulce, simpática, inteligente y muy bella. Estudió Administración de empresas, y aunque su padre ha sido un poco duro con ella, ella anhela poder trabajar en su empresa "Conceptos", al lado de sus dos hermanos: Carolina y Fernando...