Un paseo para olvidar (Hermione &Jacob Black)

Capítulo 43

Capítulo cuarenta y tres

Cita doble

Bella se miró en el espejo mientras Alice retorcía sus mechones oscuros en un moño. El vampiro parecido a un duendecillo era un estilista natural. Le dio a la otra mujer una sonrisa deslumbrante mientras mostraba su obra.

—"¿Qué opinas?"-. preguntó Alice.

—"Se ve genial, ¡gracias!"-.

—"De nada. ¿Estás emocionado por la cita nocturna?"-. El vampiro más pequeño sonrió, acomodando algunos cabellos sueltos.

Bella le dio una sonrisa nerviosa. —"En realidad lo soy. Es la primera cita real que Edward y yo hemos tenido desde que nacieron los gemelos, sin mencionar que es la primera vez que pasamos tiempo a solas con Hermione y Jacob desde el rescate"-.

—"Estarás bien."- Alice le aseguró.

Bella se miró las manos, ahora perfectas gracias a la transformación sin rastro de la cicatriz que había adquirido en un accidente de bicicleta cuando tenía cuatro años. —"Pero ¿qué le dices a alguien a quien rescataste?"-.

—"¿Estás bien?"-.

La vampira morena puso los ojos en blanco con una pequeña risa. —"Es justo. ¿Qué pasa si todavía tienen problemas matrimoniales por mi culpa?"-.

Alice hizo girar a la otra chica en la silla giratoria en la que estaba sentada y la miró fijamente a sus ojos color topacio. —"Bella, si es así, entonces no tiene nada que ver contigo. Mantente al margen y simplemente disfruta de tu tiempo con tus amigos".-.

Bella sonrió débilmente. —"Bueno lo haré."-.

—"Bien. Ahora vamos a mostrarle a Edward que esposa tan sexy tiene"-. Alice sonrió, poniendo a Bella de pie.

Una vez más Bella se maravilló de cómo no se cayó con los altos tacones de aguja que Alice le había puesto. A veces olvidaba que sus torpes costumbres humanas habían quedado atrás y que ahora era una vampira elegante y hermosa.

Edward estaba al pie de las escaleras vestido con una de sus mejores camisas que combinaba con un nuevo par de jeans negros. La camisa verde esmeralda habría hecho juego con sus ojos si fuera humano, pero ahora contrastaba muy bien con el color amarillo pálido de sus ojos. Su cabello estaba perfecto como siempre y sus pies estaban calzados con un par de costosos zapatos de cuero italiano. Miró su Rolex por quinta vez en ese minuto mientras esperaba a su esposa.

—"Lamento la tardanza".

Se giró para ver a Bella bajando las escaleras. Se veía encantadora con un pequeño y elegante vestido negro que normalmente residía en el guardarropa de Rosalie. No mostraba mucho escote, pero caía justo por encima de su trasero en la espalda. Tenía mangas largas y estaba combinado con un par de tacones negros de la colección de Alice. Llevaba el pelo recogido en un moño, pero un par de mechones sueltos enmarcaban su rostro.

—"Está bien. Aún no llegamos tarde"-. Edward sonrió. —"Te ves espectacular con ese vestido"-.

Bella bajó la cabeza y lo miró a través de las pestañas. Se alegró de no poder sonrojarse más porque estaba segura de que su cara ya estaría roja brillante.

—"Uf, ustedes, chupasangres, me enferman"-. Leah comentó mientras pasaba junto a ellos con EJ en equilibrio sobre su cadera.

EJ le frunció el ceño y Leah puso los ojos en blanco. Ya la había azotado y ni siquiera podía pronunciar frases completas. Aunque no pasaría mucho tiempo; él y Nessie estaban creciendo muy rápido.