Un paseo para olvidar (Hermione &Jacob Black)

Capitulo 3

Capítulo tres

"Primer dia de trabajo y conociendo a los vecinos"

Hermione no tardó mucho en encontrar trabajo. Un trabajador que estuviera dispuesto a comenzar lo antes posible era algo difícil de conseguir en una ciudad perezosa como Forks. Había conseguido un trabajo sencillo en Crowley's Boutique, una tienda de ropa y accesorios en las afueras del centro comercial.

A la mañana siguiente ella comenzaría a trabajar. Había pasado el resto de su día con Remus y Teddy, llevándolo a un parque local e yendo de compras para que comieran algo. Hermione había preparado un curry bastante sabroso y, después de la cena, se habían sentado a mirar televisión.

Hermione descubrió que se había quedado dormida con bastante facilidad en su nueva cama. Pero si eso era bueno o no era incierto.

Los ojos rojos miraron fijamente a la criatura ensuciada arrodillada en el suelo. Su melena enmarañada colgaba alrededor de su cara y su cuerpo demasiado delgado se estremeció en la fría celda.

-" ¿Estás lista para cooperar?". - El hombre de ojos rojos gruñó.

- "Nunca". -

Un murmuro vino de la figura.

-" Que?". - El hombre de ojos rojos escupió.

-" ¡Nunca!". -

La cabeza de la figura se levantó para revelar a una chica de piel pálida y ojos marrones con círculos oscuros debajo de ellos. A pesar de la fatiga que sacudía su cuerpo, sus ojos ardían de pasión y terquedad.

El hombre de ojos rojos siseó y apuntó con su varita a la chica.

-" ¡Crucio!". -

¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!

Hermione se despertó sobresaltada y extendió la mano, golpeando su alarma. Se quedó quieta durante unos minutos, jadeando y tratando de borrar su sueño de su mente.

Cuando estuvo tranquila una vez más, se levantó y entró en el baño. Ella miró su reflejo. Su cabello había recuperado su longitud bastante rápido después de que lo había cortado poco después de la guerra y había logrado recuperar su figura anterior a la guerra.

Sus ojos ya no estaban hundidos y puestos sobre pómulos sobresalientes. Sus mejillas ahora estaban llenas y tenían un brillo saludable.

Rápidamente siguió su rutina matutina, tratando de estar callada para no despertar a Teddy y Remus los cuales estaban dormidos. Se lavó los dientes, tomó unas tostadas y salió corriendo por la puerta.

Llevaba una simple blusa blanca y pantalón negro. Agarró su bolso, que contenía su gafete con su nombre y las llaves del auto. Remus no solo había comprado la casa, sino que le había comprado un auto para que pudiera ir a trabajar sin demasiados problemas.

Se subió a él y puso en marcha el motor. No tardó mucho en llegar al trabajo y logró encontrar un lugar para estacionar.

Se puso su gafete con su nombre en la blusa y entró en la tienda. Dos chicas de su edad estaban de pie detrás del mostrador cotilleando. Uno era de color naranja brillante con el pelo teñido de rubio ceniza, a través de las raíces más oscuras. Tenía un brillo de labios brillante con sombra de ojos gris. Ella se estaba examinando las uñas mientras su compañera le hablaba.

Su compañera era solo un poco menos naranja y vestía un top de corte bajo, brillo de labios pálido y sombra de ojos y tenía el pelo recogido en una cola de caballo.