The only reason

XXVI. Trajes

El sol se estaba poniendo mientras Jungkook charlaba animadamente con sus hyung, a la salida de la oficina. La camaradería entre ellos era palpable, con risas y bromas llenando el aire. Los tres estaban disfrutando del momento cuando la figura elegante de SeokJin apareció a su lado.

—Hola — saludó SeokJin, su voz firme y controlada, mientras sus ojos se posaban en Jungkook, quien le devolvió una sonrisa cálida.

—Hola — contestó Jungkook, besando suavemente a SeokJin y tomando su mano con cariño. —Jinnie, ellos son Kim Taehyung y Park Jimin.

—Buenas tardes, presidente — saludaron los dos omegas, inclinando ligeramente la cabeza con respeto.

—Buenas tardes — respondió SeokJin, su tono mordaz mientras observaba a los dos omegas tan cerca de Jungkook. Sus celos eran evidentes, aunque su rostro mantenía una expresión seria y controlada.

—Nosotros ya nos íbamos — dijeron Taehyung y Jimin al unísono, captando la tensión en el aire y queriendo evitar cualquier conflicto.

—Esperen — dijo Jungkook, deteniéndolos con una sonrisa. —Jinnie, estaba pidiéndoles si te acompañaban a ver trajes de novio. A veces, más ojos son mejores.

—Me acompañarán mi madre y Somin — respondió SeokJin, su mirada fulminante aún sobre los omegas a los que detenía Jungkook con su mano. No estaba dispuesto a compartir ese momento especial con desconocidos, especialmente cuando se trataba de algo tan importante como su boda.

—Anda, Jinnie — insistió Jungkook, su tono persuasivo y suave, buscando apaciguar los celos de SeokJin.

—¿Por qué quieres que los lleve? ¿Te gustan? — preguntó SeokJin, su voz cargada de celos, a lo que Jungkook soltó una risa suave.

—No, pero yo saldré con sus alfas a buscar mi traje— dijo Jungkook con una sonrisa, tratando de desviar la atención de los celos de SeokJin y mostrarle que no tenía nada de qué preocuparse.

—Oh, entonces son bienvenidos — dijo SeokJin, su tono aún serio pero con una aceptación resignada. —Les mandaré después la ubicación más tarde.

Taehyung y Jimin asintieron con gratitud y respeto, entendiendo la posición de SeokJin y apreciando la oportunidad de ser parte de un momento tan significativo. Se despidieron nuevamente, esta vez con una sensación de alivio y emoción por lo que estaba por venir.

Cuando los dos omegas se alejaron, Jungkook apretó suavemente la mano de SeokJin, buscando reconfortarlo.

—Jinnie, no tienes nada de qué preocuparte. Tú eres el único para mí — susurró, besando suavemente la mejilla de SeokJin.

—Lo sé, Kook — respondió SeokJin, sus ojos suavizándose mientras miraba a Jungkook. —Solo que no todos los omegas lo respetan.

—Lo harán, Jinnie— prometió Jungkook, abrazándolo con fuerza mientras el cielo se teñía de los colores cálidos del atardecer.

[…]

La boutique más prestigiosa de Seúl estaba iluminada con luces suaves que realzaban la elegancia de cada rincón. SeokJin, su madre y Somin estaban ya inmersos en la tarea de elegir el traje perfecto para la boda. La decoración del lugar, con sus muebles de cuero y terciopelo, los espejos dorados y las perchas llenas de trajes de alta costura, creaba un ambiente de lujo inigualable.

SeokJin, con su habitual semblante serio y concentrado, pasaba de un traje a otro, evaluando cada opción con ojo crítico. Jisoo, siempre atenta a cada detalle, ofrecía sugerencias mientras Somin sostenía algunos trajes elegidos para que SeokJin pudiera probarlos.