XXXVIII. Se lo llevó

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La mansión Kim parecía más sombría que nunca cuando SeokJin regresó, con una sensación de vacío que lo envolvía como una capa pesada. Cada paso resonaba en los largos pasillos, recordándole la soledad que ahora sentía en su corazón. Hwan lo seguía de cerca, una mezcla de preocupación y triunfo en su rostro.

—Jinnie, intenté advertirte —comenzó Hwan con un tono grave pero compasivo—. Pero tú huyes y no me dejas otra opción.

SeokJin se detuvo frente a una ventana, mirando hacia fuera sin realmente ver el paisaje. Su mente estaba ocupada con los recuerdos de los momentos compartidos con Jungkook en la granja, contrastando dolorosamente con la traición recién descubierta.

—Como sea —respondió SeokJin, intentando ocultar la tormenta emocional que lo invadía bajo una máscara de indiferencia—. Lo importante es que ahora sé qué hacer.

Hwan se acercó a él con una sonrisa tensa en los labios, deseando ofrecer apoyo pero consciente de que sus palabras podían tener poco efecto en el dolor que SeokJin estaba experimentando.

—¿Qué harás? —preguntó Hwan, buscando entender los planes de SeokJin.

SeokJin posó una mano sobre su vientre abultado, una pequeña muestra de vida que era ahora su principal foco de atención.

—Me haré cargo de la sede y de mi bebé —respondió SeokJin con determinación, haciendo hincapié en la posesión de su decisión.

—Nuestro bebé —, intento tocarlo, pero SeokJin se alejo instintivamente.

—. Es mi bebé, Hwan—, dijo firme.— Agradezco que quieras seguir ayudándome con la sede, pero desde ahora me haré cargo yo mismo. No quiero que mal entiendas nuestra relación profesional.

Hwan trató de interrumpir, buscando enmendar lo que podría haber sonado como una falta de reconocimiento de su parte.

—Jinnie...

—Estoy de regreso —concluyó SeokJin, cortando cualquier discusión adicional. Había tomado una decisión y estaba decidido a mantenerse firme en ella, a pesar del torbellino de emociones que lo consumía por dentro.

SeokJin se alejó de la ventana y caminó hacia el centro de la mansión, su figura erguida y su mirada firme reflejando una determinación renovada. A pesar del dolor y la traición, había encontrado una nueva fortaleza dentro de sí mismo, lista para enfrentar los desafíos que le esperaban como líder de la sede Kim y como futuro padre soltero.

Mientras se sumergía en los planes para el futuro y en las responsabilidades que ahora recaían sobre sus hombros, SeokJin sabía que el camino por delante no sería fácil. Sin embargo, con cada paso, estaba reconstruyendo su propia identidad y encontrando una forma de seguir adelante después de la tormenta emocional que había sacudido su vida.

[…]

Luego de cenar SeokJin subió las escaleras hacia su habitación, arrastrando consigo una mezcla de emociones tumultuosas. Al entrar, sus ojos se posaron en la caja que aún reposaba en la esquina, como un testigo silencioso de los momentos compartidos en el pasado y por la cual casi se deja engañar por ese vil ladrón. Una oleada de ira pasó por él, una rabia impulsiva que casi lo llevó a querer destrozar todo lo que había dentro. Sin embargo, algo en su corazón lo detuvo.

SeokJin se acercó lentamente a la caja, sus dedos rozando la superficie gastada por el tiempo. Con cuidado, levantó la tapa y comenzó a revisar los recuerdos que yacían dentro: fotografías de momentos felices, tickets de diferentes lugares, los papeles del edificio y el calendario. Cada objeto contaba una historia que aún no recordaba.

—¿Por qué, a pesar de todo, algo me dice que eres inocente? —murmuró SeokJin para sí mismo, con los ojos fijos en una fotografía donde ambos se besaban, capturando un momento de felicidad pura.

La duda se apoderó de él mientras contemplaba esos recuerdos. Había visto las pruebas, había escuchado las acusaciones, pero una parte de su corazón se negaba a aceptar que Jungkook era capaz de cometer los delitos de los que se le acusaba. A pesar de la evidencia en su contra, SeokJin luchaba con la esperanza de que tal vez había más en la historia de lo que veía a simple vista.

[…]

Al volver por el auto de Seokjin y manejar a la ciudad Jungkook se encontraba en su departamento, preparándose para dirigirse a la mansión Kim cuando escuchó un golpeteo urgente en la puerta. Con el corazón latiendo con fuerza, abrió rápidamente y se encontró con Seung, el hermano menor de Seokjin, visiblemente angustiado.

—¿Seung? ¿Qué sucede? —preguntó Jungkook, preocupado por la expresión desesperada en el rostro del joven.

—Seokjin está en peligro —susurró Seung, buscando a su hermano con la mirada en la habitación—. Fui a la granja, pero tú mamá me dijo que tú me explicarás mejor dónde está mi hermano y qué está pasando.

Jungkook sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de Seung. La idea de que Seokjin estuviera en peligro, especialmente por culpa de Hwan, le llenaba de temor y determinación al mismo tiempo.

—Hwan se lo llevó —explicó Jungkook con voz tensa, recordando la forma en que Hwan había manipulado la situación en su contra—. Intenté detenerlo, pero no pude acercarme lo suficiente. En este momento, Seokjin cree que solo estaba con él por su dinero.

—Es mi culpa.

Seung sollozó y se arrodilló, abrumado por la situación. Jungkook se acercó rápidamente y lo abrazó, tratando de transmitirle algo de consuelo en medio de la desesperación.

—No te culpes, Seung. Hwan es muy astuto, y sabía exactamente cómo manipular a Seokjin —dijo Jungkook con voz firme, tratando de mantener la calma—. Pero no permitiré que nada le pase a Seokjin. Vamos a encontrar una forma de solucionar esto juntos.

Ambos jóvenes se separaron después del abrazo, y Jungkook se concentró en encontrar una solución. Sabía que necesitaba ayuda, así que rápidamente comenzó a llamar a sus contactos y amigos cercanos que podrían ser capaces de ayudar en una situación como esta.

—Vamos a hacer un plan —dijo Jungkook finalmente, mirando a Seung con determinación—. Necesitamos actuar rápido y de manera inteligente. No dejaré que Hwan se salga con la suya esta vez.

Seung asintió, secándose las lágrimas con determinación renovada. Juntos, empezaron a trazar un plan para rescatar a Seokjin y desenmascarar los verdaderos motivos de Hwan.

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