Capitulo 8

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Kara

Huí prácticamente de la habitación, yendo de inmediato a las escaleras y luego en dirección a la salida hasta que una mano se enroscó en mi muñeca y me retuvo. Me giré, encontrándome con la mirada apenada de Brainiac. No estaba para él ni para nadie en éste momento. Así que intenté zafarme más no pude.

-Kara, por favor... -rogó con gran malestar-. Lamento haber reaccionado como lo hice.

-Brainiac, no eres tú... Es... -a mi mente vinieron los besos que había compartido con Lena.

Y como llamada con el pensamiento, le vi descender las escaleras. Nuestros ojos conectaron. Al igual que yo, parecía inquieta y compungida.

-Siempre se dice éso cuando realmente sí es ésa persona -las palabras de Brainiac me hicieron volver mi vista a él-. Kara, soy alguien paciente. Y si tú deseas que te dé tu espacio, lo haré. Pero al menos dame la promesa de que me permitirás hablar las cosas luego. Creo que merezco éso. Y...

El rubio continuó hablando, más mi atención regresó a Lena, pero ésta vez no estaba sola. Marina estaba a su lado, muy cerca para escucharse por sobre la música, o porque tenían la vil necesidad de parecer chicles. El enojo volvió a encenderse dentro de mí, y sin prestar oído a lo que decía Brainiac, dije de repente-: ¡Me quedo!

Él me dedicó una mirada entre sorprendida y extrañada, pero aquellas emociones dieron paso a una rebosante alegría.

-¡Genial!

Me jaló con él y me dió un abrazo el cual apenas correspondí. Tras culminarlo, busqué la mirada de Lena y la encontré, ella nos observaba fijamente con los brazos cruzados y el ceño levemente fruncido. Aquello solo me hizo sonreír orgullosa al darme cuenta de que la pelinegra, posiblemente, estuviera celosa.

Y así comenzó mi plan. «Poner celosa a Lena». ¿Aunque cuál era el fin? ¿Qué era lo que realmente sentía por Lena? ¿Era amistad... O algo más?

Lena

Mis labios estaban unidos a los suyos, por primera vez al menos así lo veía en aquel momento, olvidé por completo el enojó con el cual la había besado anteriormente, ésta vez ella se encontraba besándome de forma tierna, dulce, sus labios eran una mezcla de sabor cereza o ¿fresa? No tenía idea, pues mi cerebro no coordinaba bien en ese momento. Tampoco sabía que sentimientos estaban desbordando dentro de mí pecho, lo único que quería era seguir besandola. El besó fue durante unos segundos pero para mí había durado una eternidad. Sentí la brisa fría en mi rostro a falta de sus labios, para cuando abrí los ojos, ella ya no se encontraba en la habitación. Se había marchado.

Suspiré profundo, comenzando hacerme preguntas mentalmente ¿Como debía reaccionar ahora? ¿Nuestra amistad se arruinaría? Y la más importante ¿Por qué me besó? Me sentía frustrada ya que sabía que ninguna de aquellas preguntas tendrían respuesta alguna. Acomodé mi ropa lo mejor que pude y salí de la habitación, mientras bajaba las escaleras la miré con Brainiac, él sujetaba su mano, era como si estaba evitando que se marchara, de un momento a otro nuestros ojos volvieron a conectarse y con ello el sabor de sus labios en mis labios me invadió.

-Asumiré que no salió como esperé -Marina se acercó a mí-. La ví bajar a toda prisa. Si Brainiac no la detiene, ya no seguiría aquí -susurró a mi oído.

-La besé -confesé.

-¿Tan mal estuviste? -preguntó-. Digo, corrió a los brazos de él.

Mi vista volvió a la pareja frente a mí. Brainiac tomó su brazo llevándola con él como quien presumía su mayor trofeo. Fruncí el ceño, era imposible poder disimular mi molestía, debía aceptarlo, estaba celosa de mi mejor amigo.

Hoja En Blanco (Supercorp AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora