KaraDesperté con un fuerte dolor de cabeza y de cuerpo. Abrí los ojos y me encontré con que estaba en una habitación espaciosa que sabía no era la mía. En mi regazo se encontraba Luke, aferrado a mi cuerpo como solía hacerlo cada vez que dormía con su padre y conmigo. Al pensar en Brainiac, los sucesos de la noche anterior me invadieron. No podía creer que aquel hombre desalmado era mi esposo.
Me levanté de la cama, y al poco tiempo escuché la voz adormilada de Luke.
—Buenos días, mi amor —le peiné el cabello, depositándole luego un beso en la frente. Luke se frotó los ojos y los abrió—. Hola, tú...
Le piqué las costillas y él comenzó a reír a carcajadas.
—¡Mami, no! —exclamó entre risas.
Pero de golpe, su semblante decayó y dejó de reír abruptamente. Me asusté y le miré preocupada
—Luke, cariño, ¿qué...?
—Mami, tuve un mal sueño —hizo un puchero y supe entonces que estaba a punto de llorar—. Un hombre malo te lastimaba.
Lo tomé en mis brazos y lo abracé, comenzando a sollozar en silencio. Antes de despegarme de él, me limpié las lágrimas.
—Cariño... —lo miré a los ojos. Verlo así me desgarraba el alma, sin embargo, necesitaba saber qué tanto había visto—. Cariño, ¿sabes quién era ése hombre? —Luke negó con la cabeza, abrazándome de nuevo. Dejé ir una exhalación sonora—. Estaremos bien, mi amor.
Al cabo de un rato, descendimos las escaleras. Alguien había sido tan amable en dejarme un par de pantuflas al lado de la cama y para Luke, una réplica igual, pero en tono de un rosa chillón que le disgustó, pero aún así se las colocó. Le quedaban un poco grandes, por lo que en ocasiones se le salían al andar. Así, ambos descendimos las escaleras en busca de Lena.
—Buenos días, señorita. Buenos días, señorito —una amable muchacha saludó con una leve inclinación de cabeza. Me sentí extraña ante ése trato tan peculiar de atención, más a Luke pareció divertido porque comenzó a inclinarse devolviendo el saludo con una amplia sonrisa. Al verlo, también sonreí—. Los señores están ahora desayunando. Si gustan, pueden acompañarles —asentí, sólo porque necesitaba hablar con Lena cuánto antes—. Síganme.
Al llegar al comedor, Luke se escondió un poco detrás de mí. Tres adultos y una niña desayunaban entre risas, pero al notar nuestra presencia, callaron y se enfocaron en nosotros.
—¡Hola, chico! —exclamó un hombre jóven con cierto aire Luthor. Deduje que tendría quizás dos años más que yo—. ¿Quieres desayunar? Hay cereal de animalitos. ¿Te gustan de ésos?
—¡Pero es mi cereal, papá!
—Lilian, tienes que compartir... —dijo el hombre en regañina a la niña, ésta se cruzó de brazos y se enfurruñó. Ése gesto claramente me recordó a Lena cuando hacía berrinche—. Además, son invitados. ¿Recuerdas lo que mamá y yo te dijimos?
—«Que son invitados de la tía Lena» —la niña recitó, sin ningún cambio de expresión.
Estaba más que evidente que tanto para la niña como para su madre, la presencia de mi hijo y mía no era del todo de su agrado.
—Espero hayan podido descansar —el hombre mayor, que reconocí como el padre de Lena, se dirigió a mí.
—Gracias por dejar quedarnos, Señor Luthor.
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Hoja En Blanco (Supercorp AU)
Hayran KurguCon el pasar del tiempo vamos conociendo diferentes tipos de amores, que van causando emociones descontrolables en nuestro ser, dejando huellas en nuestra vida, pero nunca nadie nos advirtió de aquellos amores llamados "Casi algo" los cuales como s...