Capítulo 16

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  Eran las tres de la tarde cuando la ojiverde había recibido una llamada de Brainiac, su mejor amigo, éste la había citado para platicar y pedirle disculpas sobre lo que había pasado el día anterior. Las cosas al parecer estaban mejorando para Lena, ya que también había recibido una invitación de Kara para cenar en el exclusivo restaurante Tradevo.

  La pelirroja y la pelinegra habían salido de casa a visitar algunas tiendas, para la fiesta, habían cosas que a Lena le faltaban y Marina se había ofrecido acompañarla a comprar.

  La ojiverde salió satisfecha de la tienda: había elegido bien sus accesorios, así que para matar el tiempo que faltaba hasta la cena, decidió atender el llamado que su mejor amigo le había hecho. Se quedó charlando con él durante casi dos horas, después, fue a su casa y se vistió para encontrarse con la castaña en el restaurante Tradevo, ya que la cena era a las siete.

  Marina no estuvo de acuerdo con ninguno de los dos encuentros, pero Lena guardaba la esperanza de que esa noche se diera como tanto la soñó. Así que le permitió hacerlo. La ojiverde le prometió que pasaría por ella a las ocho en punto; para irse a la fiesta pues ésta estaba programada para comenzar a las diez de la noche. La ojiverde no pensaba quedarse tanto tiempo hablando con Kara. Ni mucho menos dejar plantada a Marina. Por suerte para ella, en su primer encuentro no le había ido mal, las cosas con el rubio se habían solucionado.

  Lena lucia un mono para mujer sin mangas: los pantalones elegantes y algo sueltos lo hacían a la vez informal. Su maquillaje ligero y cabello recogido en un moño alto. En su cuello una cadenita de plata con un crucifijo en ella, con su par de aretes en conjunto.

  Salió de su casa tomando un taxi para dirigirse hasta el elegante restaurante. Debía admitir que estaba emocionada, se había vestido elegante y hermosa para que Kara sintiera orgullo por ella. La ojiverde tenía planeado pedirle a la castaña que fuera su novia.

  Al llegar al lugar, bajo del auto y se dirigió hasta la recepcionista, está le sonrió.

  —Buenas noches. Hay una reservación a nombre de Kara Danvers.

  —Claro. Permítame un momento —la mujer revisó algo en lo que Lena suponía era su lista de reservas—. Sí, aquí está... Acompáñeme por favor.

  Lena asintió caminando detrás de la mujer. Cuando estaban a punto de llegar a la mesa, notó a cuatro personas ya allí. Estos eran Brainiac, Kara y los padres de ésta. Tenían sus copas alzadas, su cuerpo tembló mientras se acercaban.

  —¡Un brindis por mi hija y Brainiac! —el padre de la castaña era quien hablaba—. Estoy orgulloso de tí muchacho. Hoy es tu noche de graduación, felicidades y sobre todo, felicidades por sus tres meses de noviazgo. Mi hija no puede estar con alguien mejor.

  Lena se quedó estática. Los señores Danvers estaban sentados dándole la espalda desde su posición. Brainiac la miró fijamente sonriéndole de manera victoriosa cuando escuchó al hombre mayor decir «¡Salud!» chocando así sus copas. Fue entonces que la recepcionista le dió un toque de realidad.

  —¡Buenas noches! Disculpen la interrupción. Su invitada acaba de llegar —dijo la mujer señalándola.

  Tanto Kara como sus padres enfocaron la vista en la pelinegra. La mirada azul y la verde se cruzaron; fue inevitable para Lena no derrarmar sus lágrimas. Kara la había estado engañando. ¡La castaña llevaba tres meses de noviazgo con Brainiac! Ahora todo cobraba sentido.

  —No señorita. ¡Disculpen, me equivoqué de mesa!

  Los padres de Kara no la conocían, al menos ella nunca los conoció en persona, solo los había visto un par de veces pasar de largo. Y aquella noche lo confirmó, como pudo caminó de regreso a la salida, su pecho quemaba, y las palabras sonaban en su cabeza «Felicidades por sus tres meses de noviazgo».

Hoja En Blanco (Supercorp AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora