"Capítulo 20"

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Sábado, diez de la mañana:

—¡Nelly! —exclamo en cuanto Ashley me la deja en mis brazos—. Buenos días, Lee.

—Ya sabes, la vengo a recoger a las cinco. —me informa lo de siempre—. Hoy tengo un poco más de prisa, así que me marcho, ¿sí?

—Anda tranquila, sabes que la voy a cuidar lo mejor que pueda. —sonrío hacia la mujer frente a mi.

—Lo sé. —asiente—. Ahora sí, me voy. Hasta la tarde, Émery.

Se da la vuelta y se adentra en el ascensor. Yo me volteo y cierro la puerta con el pie a mi espalda, para seguido entrar al piso con Nelly en mis brazos.

—Sinceramente, había olvidado que eras niñera. —comenta Matteo desde el sofá con un bol de palomitas y un paquete de galletas de avena.

—Yo también lo había olvidado, pero lo recordé al ver que la alarma decía "Cuidar a Nelly". —me siento a su lado, con Nelly encima de mis muslos—. Pero bueno, cuidar a esta nena vale toda la pena del mundo.

—Si tú lo dices...

—¿Qué planes tienes para hoy? —pregunto, cambiando de tema.

—Estaba pensando en ir a visitar a mamá. Y en la noche voy a recoger a Nick y sus padres en el aeropuerto. En los dos casos, puedes venir conmigo si no tienes nada mejor que hacer.

—Ah.

—¿Por qué la pregunta? ¿Quieres llevarme a cenar? —baja y alza las cejas insinuantemente.

—¿No se supone que deberías invitarme tú? —enarco una ceja.

—La sociedad avanza, enana. —murmura muy orgulloso de sus palabras, levantando el dedo índice creyendo que así va a tener más razón—. No necesariamente tiene que ser el chico quien tome la iniciativa.

—Lo que tú digas. —ruedo los ojos.

—Entonces, ¿vendrás conmigo a ver a mi madre? Le caerás bien.

—Hay. —lo miro alarmada—. Mierda.

—¿Qué pasa?

—Ya conozco a tu madre.

—¿Cómo? ¿En qué momento se conocieron?

—Cuando estabas en el viaje con tu padre. Se presentó aquí y estuvimos platicando un rato. Fue muy amable.

—¿Por qué no me habías dicho?

—Se me pasó. —me encojo de hombros.

—Bueno, no importa. Estoy seguro de que le caíste de maravilla.


—A mi también me... —el tono de una llamada entrante en mi celular corta el hilo de mis palabras.

Me levanto del sofá y dejo a Nelly en brazos de Matteo sin darle oportunidad de rechistar. Voy hacia la barra, dónde está mi teléfono r inmediatamente descuelgo la llamada al ver el nombre de Briana en la pantalla.

—¿Qué suce...?

—¡REUNIÓN URGENTE! —exclama ella al otro lado de la llamada.

Por tal grito, me separo automáticamente el móvil de la oreja. Fácilmente uno de esos gritos podría dejarme sorda.

Un Error que volvería a cometerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora