"Capítulo 28"

22 2 0
                                    


Mini Maratón 2/2 de Matteo

Cuando llego al departamento, saco las llaves del bolsillo de mis pantalones deportivos y entro, con la bolsa de la comida del bicho en la otra mano.

A penas doy un par de pasos por el pasillo, y escucho unas voces provenientes del salón. Logro identificar que una es de Émery, y la otra no sé de quién es, pero parece un hombre mayor. Inmediatamente me entra el pánico de sólo pensar que pueda ser mi padre, así que apuro el paso y llego rápidamente al salón.

Sin embargo, suspiro de alivio ya que no es mi padre quien está en el departamento.

—Buenos días, señor Brooks. —saluda amablemente el señor Joseph, sentando en el sofá opuesto a dónde está Mery.

—¡Jules! —exclamo sonriente, consciente de que le pone de los nervios que lo llame por otro nombre que no es el suyo—. Se te extrañaba por acá, nos tenías olvidados. ¿Qué te trae por aquí?

Voy hacia donde está él y nos estrechamos las manos. Luego voy donde Émery y me siento a su lado, no son antes depositar un beso en su frente a modo de saludo.

—Vengo a ver cómo van las cosas por acá. —informa—. Llevo un rato hablando con la señorita Johnson, y me comentaba que se llevan bien. Me alegro mucho que todo esté marchando bien entre ustedes y que no haya problemas con su convivencia.

Demasiado bien, diría yo.

—Pues sí, Jasper. Debo agradecerte. Gracias a tu empresa conocí al amor de mi vida. —hablo, pasando un brazo por los hombros de Émery.

—Me agrada oír eso, muchacho. —dice sin ninguna expresión. ¿Es normal que sea tan serio? Solamente deseo no ser así en mi vejez—. También venía a decirles que ya tenemos un departamento disponible, pero viendo que han comenzado una relación, supongo que no les interesa mudarse a ninguno de los dos, ¿verdad?

Negamos enseguida, horrorizados.

Que ni se les ocurra separarme de mi mujer.

—Quiero preguntarles, ¿el pago del alquiler es conjunto o separado?

Voy a responder y decir que en conjunto, pero Émery se adelanta y responde ella:

—Separado.

Joseph asiente.

—En ese caso, la cantidad de dinero del alquiler disminuirá un veinte por ciento para cada uno. —agrega.

—¿Por qué eso ahora? —curioseo.

—Pues porque los meses ya pagados culminaron y deben pagar nuevamente a partir de este mes.

—Oh, vale. —asiento—. Y... ¿Jake? —él me mira—. ¿Los gastos reducidos se mantienen?

—Ah, pues decidimos que no, puesto que el alquiler se ha rebajado.

En realidad el dinero para mí no es problema cuando todos los meses mamá me hace una transferencia de cien mil dólares en mi cuenta. No se lo pido, pero ella de todas formas lo hace ya que no quiere que trabaje hasta que acabe el último año. Lo que ella no sabe es que muchos de mis cuadros los vendo a las galerías y museos de arte, y los valoran en buenas cantidades. Ahora que lo pienso, si ese es el dinero que uso en mis gastos diarios, ¿cuánto tendrá acumulado la tarjeta de crédito que me dió mamá? No recuerdo cuando fue la última vez que la utilicé, siempre utilizo la mía personal.

De cara al mundo, soy el típico niño rico que abre la mano y le ponen todo lo que pide en ella. La realidad, es que me esfuerzo para conseguir mis propios méritos, y tampoco me gusta presumir de ello. Agradezco la ayuda de mamá, pero prefiero dejar todos esos millones de herencia para mis hijos o para algo que verdaderamente valga la pena.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un Error que volvería a cometerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora