El inicio de una amistad

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Lo que más asustaba a Jimin de dejar su ciudad, era tener que ir a un colegio nuevo, dejaba atrás a sus amigos, su casa, su pueblo y ahora debía enfrentarse a personas desconocidas, sin contar que a sus escasos trece años, se separaría por primera vez de su familia. En Busan las oportunidades de estudio y trabajo no eran tan buenas como en Seúl y el que haya podido aplicar por aquella beca en un Instituto de renombre, era una oportunidad que no se podía dejar pasar, aunque esto implicara vivir en los apartamentos que ofrecía la institución, para los alumnos que venían de lejos.

El primer día llegó al lugar acompañado de sus padres, se reunieron con el director quien le dio una cálida bienvenida, después de todo, Jimin se había ganado un lugar en su Instituto gracias a las notas perfectas que obtuvo en las instituciones de su pueblo. Les mostraron las aulas, la cafetería y por último le llevaron a los apartamentos, si bien no había lujo, eran limpios y ordenados, cada apartamento tenía dos habitaciones, pues solían albergar a dos estudiantes por apartamento, un baño, una mini sala-comedor y una cocina pequeña, para que quienes quisiera cocinar pudieran hacerlo, aunque la opción de comprar en la cafetería siempre era la más popular y sin duda la que tomaría Jimin, ya que su mamá siempre preparaba la comida de su familia y él no podría ni calentar agua para hacer té.

Jimin agradeció a todos los dioses cuando le dijeron que aún no tenía compañero de cuarto asignado y que este año no había demasiada ocupación en los apartamentos, pues la mayoría de estudiantes venían de Seúl y no requerían de hospedaje, por lo que probablemente, pasaría mucho tiempo solo, no es que a Jimin le molestara la compañía, pero al fin y al cabo era hijo único, no estaba acostumbrado a compartir su espacio.

Acomodó sus cosas, se tiró a su cama mirando al techo, pensando si lograría adaptarse a su nueva vida, después de un profundo suspiro, se dejó vencer por el sueño, en todo caso, las clases iniciarían hasta el día siguiente, descansar un poco le vendría bastante bien.

Al día siguiente...se sobresaltó al escuchar la alarma en su celular, abrió los ojos de par en par y su cerebro necesitó de algunos segundos para recordar dónde estaba, tomó una ducha rápida, se colocó el uniforme, peinó su cabello rubio lo mejor que pudo, colocó sus anteojos y mirándose al espejo se revisó de pies a cabeza, cierto que era todo un nerd, pero uno bastante guapo, en su antigua escuela, a pesar de ser todavía un niño, era el preferido de las niñas y constantemente recibía pequeños regalos con los que pretendían conquistarlo. A Jimin no le disgustaba, al contrario, disfrutaba sentirse querido, solo se molestaba con alguna empalagosa que insistía en abrazarlo y tratar de besar su mejilla, sabía que tarde o temprano tendría una pareja con la que andar tomado de la mano, pero aún no era el tiempo, era casi un niño y definitivamente no estaba interesado en el amor.

Caminó con su mochila hasta el aula que le indicaba su horario de estudios, hubo algunas miradas sobre él al pasar, por experiencia reconocía esas risitas coquetas de las chicas que hacían notar que hablaban de él y algunos chicos con un poco de envidia en sus expresiones. Uno en especial le miró de mala manera, Jackson era un muchacho alto de tercer año y no pareció hacerle mucha gracia, que su novia Nancy dirigiera su mirada al pequeño rubio y que éste le devolviera la sonrisa. Jackson había decidido que el nuevo, necesitaba tener en claro que lo suyo se respetaba y no podía ni siquiera mirar a su novia.

Jimin entró a su clase, si bien tenía edad para estar en primer año, gracias a su inteligencia desde pequeño, logró ingresar a un año más avanzado y después de pasar el primer año de secundaria en Busán, ingresaría al segundo año en el Instituto, esto lo hacía más complicado, pues ya todos se conocían desde el año anterior y él sería el nuevo de la clase.

Se quedó de pie esperando las instrucciones del profesor y que le fuera asignado un asiento, los compañeros parecían mirarlo con algo de intriga, pero no se veían muy diferentes de sus compañeros en Busán.

TIEMPO PERDIDO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora