TIEMPO PERDIDO (Kookmin)

Por accidente (inicio del Kookmin)

Ya han pasado más de dos años, Jimin continuó con su vida, cambió de apartamento tan pronto pudo, el anterior le traía demasiados recuerdos, en cuanto al trabajo, ya no estaba en el hospital, hacía casi un año que obtuvo un crédito bancario para comprar un pequeño edificio, con la idea de ya no tener un consultorio si no una clínica integral, alquilando consultorios a especialistas, de momento estaba el suyo en cirugía plástica y estética, una dermatóloga, una nutricionista y un dentista, pero su plan era conseguir otros inquilinos más.

Había logrado comprar su vehículo, un pequeño compacto color ladrillo, no era precisamente lujoso, algo incómodo,  pero fue lo que pudo conseguir en la agencia, sus ingresos eran buenos, pero con el cambio de apartamento y el préstamo del banco, no podía endeudarse más y fue para lo que alcanzó con sus ahorros, lo importante es que era económico, moderno y le permitía ir a cualquier lugar.

En cuánto al amor, Jimin pensaba que la oportunidad de encontrar a la otra mitad, se presentaba una vez en la vida, y la suya ya había llegado y cuando se decidió a tomarla ya era tarde, todavía se culpaba por no haber visto las señales  y el no reconocer sus propios sentimientos, pero por más que se lamentara, las cosas habían sucedido de ese modo, amar a alguien ya no era una opción para él y tampoco estaba interesado en las relaciones por diversión. Taemín después de verlo solo se propuso reconquistarlo, pero en todas las ocasiones Jimin se negó a salir con él, hubo más pretendientes entre mujeres y hombres, pero él había aceptado su realidad, su pareja se había ido y ya no quería saber más del tema, el amor no era para él, pero Jimin estaba muy cerca de conocer cuán equivocado estaba.

Ese día se despertó tarde, la noche anterior tuvo algunas pesadillas, se estaban volviendo algo frecuentes y no quería recurrir a somníferos, así que no estaba durmiendo bien, se vistió con una camisa celeste, pantalón beige  y se dispuso a tomar su café, pero estaba caliente y terminó por escupirlo en su camisa clara, por lo que debió cambiarse , optando por una azul oscuro que contrastaba con su cabello nuevamente rubio.

Salió a toda prisa del apartamento, se hacía tarde y tenía una abdominoplastía que realizar, entró en su auto y se puso en marcha, el tráfico a esa hora era denso, estaba algo contratiempo, decidió llamar a su asistente para que fuera preparando la sala, solamente bajó un momento la mirada para buscar un dato  cuando sintió un fuerte golpe y un sonido sordo, sobando su frente miró por el parabrisas, había chocado al auto de adelante, no quiso bajarse, ver la marca del auto le hizo horrizarse, un Mercedes Benz último modelo, y ver la abolladura en el bumper trasero de este y una de las luces quebradas, sabía que el arreglo sería más caro que su auto.
Por qué tenía que chocar hoy y precisamente con un auto de lujo, seguramente sería de un hombre canoso, amargado y petulante que vendría a gritarle en cualquier momento.

Vio la puerta del auto negro abrirse y a su propietario bajarse, se quedó boquiabierto al ver a aquel elegante hombre en traje, con anteojos oscuros, alto y con un cuerpo fornido pero no excesivamente musculoso según lo que podía percibir a través del traje algo ceñido al cuerpo, era una imagen demasiado sexy, salió de su ensoñación cuando cayó en cuenta que el hombre que parecía modelo, venía hacia él y muy posiblemente a gritarle o a golpearle, esos ricachones siempre son prepotentes, por lo que cerró su ventanilla y se recostó sobre el volante, cerrando los ojos y esperando lo peor, tocaron su ventana, giró la cabeza y no tuvo más remedio que abrir un poco el vidrio, asegurándose que no pudiera caber un puño por ahí.

__Estás bien?, te pasó algo?

Jimin se sorprendió que en vez de gritarle se preocupara por él, guapo y educado pensó, bueno al menos parece atractivo con lentes oscuros. Las sorpresas continuarían.

__Jimin? Eres Park Jimin?

Jimin terminó de bajar el vidrio.

__Me conoces?