Mi guardaespaldas [G!P]

Una hermosa etapa

Jeongyeon pov:

Cuando supe que Nayeon estaba embarazada la verdad no sabía cómo reaccionar, era obvio que  sí quedaría embarazada despues de hacer lo que me pidió esa noche.

Pero mi reacción fue como si fuese una madre primeriza. Pero el saber que de nuevo seré mamá me ponia feliz porque esta vez cuidaría de mi ahora esposa.

Y estaria presente en todas sus etapas de embarazo tal como me hubiese gustado cuando tenía a mi ahora hija mayor en su vientre.

Los tres primeros meses fueron difíciles para ambas, el vientre ya era demasiado notorio a comparación de cómo fue su primer embarazo, para estar de tres meses parecia como del cuarto mes, las personas siempre decían que Nayeon tendría mellizos por la inmeza barriga.

Mi reacción ante eso fue "Adios horas de sueño y descanso".

Yo la estuve cuidando en todo momento, siempre estuve atenta a ella sobre cualquier antojo que tenía y si me pedia que me fuera a dormir al sofá yo me iba sin protestar porque supongo que el embarazo hace que te cambie el humor.

Sin duda amo a esta pequeña familia que se está formando, soy feliz estando con ellos.

Pero no sé porqué pero cada que veía a Nayeon se me hacia más atractiva de lo normal a pesar de que ella es mucho más joven que yo. Simplemente la veia y me acercaba a ella depositando besos en su hombro o cuello para inhalar ese olor que le caracterizaba a ella.

—Jeongnii, no estoy de humor.

Pero a veces me gustaba molestarla y escuchar esa voz cuando está molesta, ocultando su cuello para que no la besara.

—¿No quieres que te cariños?, ¿Mimos?.

Continuaba besando su hombro desnudo mientras estabamos en la cama y ella leía un libro acerca de la maternidad.

—No, dejame tranquila. Solo quiero leer tranquila.

—Pero yo quiero demostrar mi amor por tí.

Continúe besando su hombro, Nayeon dejó su libro sobre su pierna.

—¿Contenta?.— Me tomó desprevenida que agarró mi mentón y me dio un corto beso.

—No jajajaja.

Acaricié su vientre mientras reía y en un momento oportuno besé los labios de mi esposa, estuvimos asi por unos largos minutos. Nada más que besos mientras acariciba ese hermoso vientre.

Las náuseas matutinas eran menos intensas y se sentía más en sintonía con los cambios que ocurrían en su interior. Nuestra hija, Chaeyoung, ahora de trece años, estaba fascinada con la idea de tener un hermanito o hermanita. A menudo se acurrucaba junto a Nayeon, poniendo sus manos en su vientre y hablando con el bebé, susurrando dulces palabras de bienvenida.

Pensé que mi hija no aceptaría a su hermana o hermano.

Cada visita al médico y cada ecografía eran momentos compartidos en familia. Chae se emocionaba al ver las imágenes en la pantalla, señalando con entusiasmo y preguntando si el bebé estaba bien. Ella era más preguntona que yo.

Estas visitas se convirtieron en un ritual familiar que fortaleció aún más el vínculo entre nosotras, siento que el tener un segundo embarazo hizo que nos hiciera más unidas.

También nos dedicamos a preparar la casa para la llegada del nuevo miembro. Esta vez, Chae estaba involucrada en cada paso. Ayudó a elegir la pintura para la nueva habitación y a colocar los juguetes en su lugar. Pero se negaba a colocar sus juguetes de infancia.

Ver a Chaeyoung tan entusiasmada y dispuesta a colaborar nos llenaba de alegría, que apreciabamos la oportunidad de vivir esta experiencia desde una nueva perspectiva.