Mi guardaespaldas [G!P]

¿Dónde estas?.

Jeongyeon pov:

—Hija, si en verdad amas a esa chica lucha por ella. Ve y búscala.

—Pero mamá Chae cómo puedo encontrarla si ni si quiera sé en dónde está. Se ha ido, está lejos de mí y ahora ya no sabré nada ella ni siquiera de mi hijo y justo tenia que pasarnos cuando supimos que íbamos a tener un niño.

—Ay hija, me da pena la muchacha tan joven, lejos de tí quién sabe que vida le tocará criando a ese niño sola.

—Es lo que no quiero, no quiero que Nayeon esté sola. Yo prometí cuidarla siempre.

—Y ¿Entonces si la prometiste estar a su lado que haces aquí llorando?. Solo causas más pena y más dolor.

—Porqué tengo miedo mamá, su padre intentó matarme y en ese momento ya me daba igual todo, si vivía o moría pero ahora... que el señor Im me amenazó con matarme si buscaba a su hija empecé a temer en serio.

—Cuando se ama a veces se deja ir pero cuando ambas se aman intensamente y ese amor es real, tan real que se siente como ambas fuesen uno solo es necesario luchar por ese amor aunque haya personas que no estén de acuerdo que estén juntas. Ese señor es solo un viejo que en cualquier momento estirará las patas y dejará sola a su hija.

—Tienes razón abuela.

—Hija, promete que buscaras a esa chica yo puedo sentir cuánto la amas, ya has sufrido bastante estando lejos de ella. Yo nunca te había visto tan feliz cada que la traías a casa, ella cambió algo en tí. Jeongyeon por favor solo haz el intento una vez más.

3 meses después...

Abuela falleció una semana después de la oblea que tuve con el señor Im, ahora me encuentro dejándole rosas frescas en la lápida de mi abuela mientras recordaba aquella conversación que tuvimos.

Empecé a llorar recordando a mi abuela por su manera de ser conmigo, me siento tan agradecida con ella por cuidarme y criarme a su manera.

—Abuela qué hago...

Me preguntaba mientras lloraba secandome mis lágrimas con un pañito.

Habían pasado 3 meses desde que no veo a Nayeon, ella debe estar en su octavo mes de embarazo o quizás tuvo a nuestro niño siendo prematuro, no sé nada de ella ni cómo está, no sé qué cuidados le están dando o si me la están cuidando con mucha atención.

Sobre todo cuando le dolía su espalda y pedía que le hiciera un masaje para aliviar su dolor.

Simplemente no sé nada de ella, no saber nada de Nayeon me deprimia.

Me deprimí tanto que descuide mi imagen, ya no me importaba si me veía bien o mal. No me importaba nada.

—Señora, no esté triste. Tenga una flor.

Una niña se apareció detrás mío, la niña tenía un moñito rojo en su cabello, vestido floreado de color rosa pastel y unos zapatitos negros.

—Gracias.—le sonreí.

—Yo no sé porqué la gente llora, mamá y papá están llorando porque mi hermanito murió, mamá dice que solo era un angelito ya que solo tenia un mes de nacido. Pero yo no me siento mal, ya que volvió de donde vino, al cielo es ahí donde viven los ángeles. ¿Cierto?.

—Lo siento por tus padres.

—Tal vez sólo soy muy pequeña para entender lo que es la muerte— la niña se sentó a mi lado abrazando sus piernas con sus bracitos, empezó a tocar el pasto mientras yo la veía.