Cypher Pt.29

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-¿Dónde quieres el siguiente? -preguntó Namjoon mientras veía los ojos apagados de Eunwoo. -¿Aquí? -señalo la otra mano

Namjoon hizo el mismo procedimiento que Yoongi pero a diferencia de el, clavó el pedazo de metal de un solo golpe.

-¿Escucharon eso? el sonido del metal atravesando su piel es increíble. -hablo Jungkook tomando su cabello desesperadamente

-Jungkook mantén la cordura por favor. -exclamó Jin mientras sostenía el martillo y clavos que Namjoon le había entregado. -Esto es aburrido. -dijo arrojando todo al suelo

-Podríamos cortar su garganta con una sierra. -propuso Jungkook eufórico. -Si, si, si es una excelente idea. -dijo mientras asentía desesperadamente buscando entre todas sus máquinas

-Ay no, ya reventó, se le zafaron los tornillos. -dijo Jin mientras rascaba su cabeza

-Jungkook no te entregues tanto. -dijo Namjoon. -Jungkook.

El mencionado volvió a ser llamado en repetidas ocasiones y simplemente parecía no querer escuchar, ninguno de los chicos sabia porque Jungkook estaba comportándose de esta manera, nunca antes había estado tan desesperado por dañar a alguien.

-¡Jungkook! -gritó Jin mientras golpeaba la mejilla del menor para hacerlo reaccionar, la acción tuvo efecto inmediato

Jungkook, quien parecía absorto en su propia rabia, reaccionó bruscamente y agarró el cuello de Jin pronto lo soltó rápidamente cuando se dio cuenta de lo que había hecho.

-Hyung, lo siento. -se disculpó Jungkook, viendo cómo sus ojos avellana volvían a la normalidad, desapareciendo el tono negro que los había oscurecido momentos antes

-Está bien, Jungkook. Vayamos despacio, ¿Quieres? -preguntó Jin, y Jungkook comenzó a negar frenéticamente.

-No puedo Jin, necesito matarlo ya. -dijo Jungkook comenzando a sollozar nuevamente

-Jungkook, detente. No llores más, no frente a él. -dijo Jin, susurrando nervioso e intentando calmar al menor

-Sí, hyung, no lo haré más. -respondió Jungkook, reincorporándose un poco más tranquilo después de respirar profundamente

-¿Qué fue toda esa mierda? -preguntó Namjoon

-Lo siento, solo estoy impaciente. -respondió Jungkook, siendo demandante

-Entonces hazme el honor de comenzar con el primer corte. -exclamó Namjoon mientras le estregaba al azabache un cuchillo

-¿Un cuchillo hyung? Pensé que eras más divertido. -respondió Jungkook dejando caer el cuchillo en el muslo de Eunwoo. -Yo comenzare cuando esto este por terminar, mientras tanto, el es todo suyo.

Jungkook saco el cuchillo del muslo de Eunwoo para entregárselo nuevamente a Namjoon, el grito que salió de la garganta de Eunwoo cuando el pedazo de metal fue sacado de su pierna fue todo un éxtasis para todos los asesinos.

-Quiero ver que tan buenos son. -dijo Jungkook sentándose en una silla frente a sus hyungs, el verdadero espectáculo estaba apunto de empezar

Los tres asesinos le dieron una sonrisa a Jeon mientras que el llamado carrusel era encendido por segunda vez, si bien los asesinos disfrutaban matar a las personas que lo merecían, esta vez no buscaban la muerte de aquel chico, buscaban complacer a nadie más y a nadie menos que a Jeon Jungkook.

Aquel chico de cabellos de azabache que a pesar de ser el menor de aquel grupo, era el más psicópata de todos, nada más divertido que escuchar a Jungkook decir "Esto es aburrido" y que segundos después sea el quien le de la emoción a tal acto; el juego empezó cuando Namjoon comenzó golpeando el cuerpo desnudo del violador con un látigo de cuero, pero no era solo cuero, como toda máquina en aquel lugar este fue modificado por Jungkook agregándole púas cada dos centímetros del látigo, era doloroso ya que contaba con las de diez tiras de puro cuero, solo dolía como la mierda, añadirle púas era algo realmente fuera del limite y que Namjoon lo manejara era como vivir el mismo infierno pero, ¿Cómo mierda funcionaba la máquina?

"El carrusel", la exclamada máquina que consistía en una base levantada del suelo, era rotatoria, lo que significa que giraba en cualquier sentido. Tenía un solo asiento colocado justo en medio. Para esto se necesita una cierta distancia no muy grande para que el asesino pueda hacer el mayor daño posible a una distancia corta. El carrusel tenía varillas de metal clavadas cada veinte centímetros, lo que significaba que las manos de Eunwoo estaban clavadas a los fierros de la máquina, lo que lo hacía más doloroso por el movimiento giratorio que ocasionaba que los metales temblaran un poco.

¿Cuál es el propósito? Muy sencillo: los asesinos se colocan alrededor del carrusel en círculo y, mientras este gira, ellos hacen lo que les plazca, siempre y cuando sea su turno. La máquina originalmente tiene una velocidad, pero nada que Jeon Jungkook no pudiera anticipar.

Una segunda velocidad, siendo la mínima, se detiene en un solo lugar por un minuto para posteriormente girar nuevamente y detenerse al azar. La máquina gira hasta que sea apagada, por lo que cada asesino tiene su turno, unos más que otros.

Jungkook llevaba el control de la máquina con un control remoto, aunque podría operarse directamente desde ella, era más seguro poder manejarla a distancia. Había dejado a Eunwoo girando por más de veinticuatro horas, así que no hizo el calentamiento previo para asegurarse de que estuviera moribundo.

Comenzó dándole la velocidad mínima.

-¿Escuchan eso?-preguntó Jungkook y todos los asesinos se callaron incluyendo el violador

-¿Música sonando de fondo? Estas loco Jeon. -dijo Yoongi y los chicos prestaron atención al sonido, cuando giraba emitía música de circo y cuando se detenía, sonaba un temporizador

Posteriormente escucharon la música parar, se había detenido justo frente a Yoongi quien sostenía un ladrillo el cual dejo caer en la mano de Eunwoo, cada golpe era increíblemente satisfactorio, el sonido de la piel y huesos siendo molidos, los gritos y la sangre salpicando su cuerpo era simplemente estar viviendo en el cielo, continuo golpeando no hasta que la mano estuviera deshecha, sino, hasta que el ladrillo se rompiera.

-Agust, eso fue increíble. -felicitó Jungkook mientras Yoongi dibujaba una sonrisa en su rostro por haber sido halagado por el menor

Eunwoo sollozaba del dolor pero eso era lo que menos le importaba a los asesinos, es más, disfrutaban imaginar el dolor que pudiera estar sintiendo, sin olvidar que tenia heridas causadas por el látigo de Namjoon, el carrusel comenzó a girar nuevamente sin olvidarse de la pequeña y silenciosa música del fondo, giro unos segundos y esta vez fue el turno de Seokjin.

No olviden que dentro de todas las atracciones estaba la ofrenda de carne, una bascula con un mini reloj que al igual que todos, se encargaba de contar el tiempo transcurrido, en quince minutos tenían que poner más de cuatro kilos de carne y Jin comenzó colocando la primera cantidad.

Do you like puppets? Vol. 2 / KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora